miércoles, 30 de enero de 2008

Roscas dulces: ruedas solares de las fiestas de Carnaval

El pueblo celta el 1 de febrero celebraba a Brigit, diosa del fuego —su nombre significa brillo— protectora del hogar, de los sanadores y poetas, de los nacimientos y de la inspiración. Febrero es el momento en que el sol empieza a recuperar su fuerza para calentar la tierra. Durante la conmemoración de Brigit se encendían las hogueras purificadoras y se practicaban los ritos paganos propiciatorios de fertilidad y un nuevo ciclo de vida.
Resultó tan popular la diosa del fuego celta, que todavía hoy se venera en Irlanda como Santa Brigida, protectora del ganado y de las granjas, del fuego y de las calamidades.
Los vestigios de antiguas fiestas del fuego y de la luz los podemos encontrar en la Candelaria, que celebra hoy en día la Iglesia Católica el 2 de febrero. Las velas encendidas sustituyen a las hogueras que se dedicaban a los dioses de la luz. Estos rituales expresan ahora, como antaño, el ancestral deseo de la humanidad de que la nueva energía creadora del sol purifique la vegetación y la humanidad, expulsando las tinieblas y las influencias de la muerte, que impedirían la renovación de la naturaleza en la primavera que se acerca.
La simbología solar tiene un importante papel en las complejas fiestas carnavalescas del mes de febrero. Las formas redondas o de ruedas siempre fueron consideradas de buenos auspicios, ya que recuerdan al divino astro solar, imprecindible para la vida. Esta sería la razón por la cual se repiten las mismas fomas circulares en los numerosos buñuelos y frituras, roscos y tartas, que acompañan las alegres celebraciones.

Roscas de carnaval
(España)


Ingredientes:
9 huevos
3 sobres de levadura en polvo
1/4 l agua con anises cocidos
500 g azúcar.
un vaso de aceite de semillas
zumo de un limón y una naranja
cáscara de un limón frita en el aceite.
1 1/2 Kg de harina.
1/2 copa de aguardiente o de anís.
azúcar en polvo o un poco de chocolate fundido

Freír en aceite la piel del limón a baja temperatura. Dejar enfriar.
Batir los huevos, echar el aceite tibio —donde se había freído la cáscara del limón— y el agua con los anises cocidos. Añadir la mitad de la harina y mezclar todo. Unir la levadura, el zumo de limón y de naranja, la harina que quedó, el aguardiente o anís.
Amasar bien y por último añadirle la cáscara del limón, frita en aceite y picada.
Formar unas roscas y freirlas en abundante aceite caliente.
Sacarlas cuando estén doradas y ponerlas a escurrir en papel de cocina.
Espolvorear con azúcar en polvo y servir tibias. Los amantes del chocolate seguramente preferirán las roscquillas decoradas con chocolate fundido. Recomiendo hacer las dos versiones, seguramente se acertarán los gustos de todos.

martes, 29 de enero de 2008

Las "frictilias" de Baco

A partir del año 496 aC. en Roma se empezó a celebrar el 17 de marzo a Liber, en las fiestas llamadas "Liberalia", una de las múltiples representaciones de Baco, el Dioniso helénico, como dios de la fecundación y de las mieses, además de la vendimia.
Durante las fiestas se instalaban al lado de los templos muchas freidurías, donde viejas con coronas de yedras freían buñuelos de harina de trigo, las "Frictilia", nombradas por Séneca y Ovidio, que se ofrecían a Silene, padre putativo de Baco/Dioniso. Silene venía representado con una grande barba y con el pequeño Dioniso en sus brazos, y como genio protector del hogar y de los niños. Tenía también otra faceta en la que se le describía como un beodo burlón, gordo y ridículo, que se paseaba al lomo de un asno.
A Baco–Dioniso se le relacionaba también con el mundo de las tinieblas, ya que, en uno de sus mitos, se cuenta que viajó al inframundo en busca de su madre Semele, muerta accidentalmente fulminada por el abrasador poder de Zeus. Dioniso tuvo que luchar con las fuerzas infernales, pero ganó la batalla a la muerte y devolvió la vida a su madre que, después de rescatar del inframundo, la llevó al Olimpo con los demás dioses inmortales.
En Roma durante tres días se celebraban las Bacanales, en honor a Baco–Dioniso y en recuerdo de los muertos. Durante estas celebraciones —principalmente nocturnas— la gente se vestía de blanco, se empolvaba la cara con harina para parecerse a los espíritus y se entregaba a la desenfrenada fiesta.
Las bacantes iban en procesión junto con los faunos y sátiros, danzaban, correteaban por doquiera desgreñadas y cubiertas de pieles de cabras o de otro animal, con la cabeza coronada de hiedra o de pámpanos.
Esta licenciosa fiesta fue abolida en el año 186 a.C. por el cónsul Postumio Albino y muchos devotos al culto fueron acusados de varios delitos, procesados y justiciados.

Buñuelos de carnaval con uva pasa

Ingredientes:
1/2 kg de harina
1/2 l de leche
2 huevos
un sobre de levadura en polvo
la piel rallada de un limón
la piel rallada de una naranja
100 g de azúcar
uva pasa
un pellizco de sal
azúcar en polvo

Poner a hervir la leche, añadir la harina y dejar cocer unos minutos. Dejar enfriar e incorporar los demás ingredientes.
En una paella capiente verter abundante aceite y, cuando esté bien caliente, ir colocando en tandas unas cucharaditas de la mezcla.
Cuando los buñuelos se presentan hinchados y dorados, sacarlos y escurrirlos encima de un papel de cocina.
Servirlos calientes espolvoreados de azúcar en polvo.

Los buñuelos de Carnaval y las fiestas de Baco

El 17 de marzo, se celebraba en la antigua Roma la "Liberalia", fiesta en honor a Liber, uno de los múltiples nombre del Baco romano, o Dioniso griego.
Dioniso, Baco para los romanos, era una divinidad benéfica para los hombres. Se conocía como el dios que proporcionaba a la naturaleza la energía para llevar a cabo la maduración de las mieses y de los frutos. Protector de la naturaleza que muere y renace, tenía una de las mitologías más complejas del panteón Griego. Su contínuo desaparecer y volver a nacer y sus múltiples viajes, tomaron un significado simbólico en los misterios Orficos, en el mito de Zagreo —el lacerado— que cuenta como los Titanes lo despedazaron y devoraron. Zeus, su padre, engulle su corazón para salvarle y más tarde lo dá a luz nuevamente como el Dioniso tebano, que una vez crecido, destruye con sus relámpagos a los Titanes, representantes del mal.
Una de las fiestas dionisíacas más frenéticas dedicada a Dioniso se celebraba en noviembre en Atenas cada dos años y participaban sólo mujeres. Celebración de carácter violento, simbolizaba la muerte y la destrucción causadas por el frío del invierno. Las Baccantes o "Menades" —como se llamaban las participantes a las fiestas— iban en procesiones en las que procedían con movimientos descompuestos haciendo un gran ruido con tambores y flautas. Estos cantos, bailes y mascaradas dieros origen a la comedia Griega.
Otra fiesta dedicada a Dioniso se celebraba en primavera con el fin de estimular la renovación de la vida y duraba varios días. En estos días eran frecuentes los banquetes y orgías, y se llevaba en procesión la estatua del dios. Las fiestas llegaron a Roma, tomando el nombre de Bacanales, y se trasformaron en un carnaval furioso y licencioso, en el que los plebeyos ebrios de vino corrían por las calles lanzando burlas e injurias.
En Italia, son inumerables los varios buñuelos que derivan de las antiguas "frictilias", que se freían en grasa de cerdo en las calles de Roma durante las fiestas dedicadas a Dioniso. "Chiacchiere", "Galani", "Bugie", "Frappe", "Cenci" etc., que se preparan en Italia actualmente para celebrar el carnaval, son las múltiples variantes modernas de los antiguos buñuelos de Dioniso. Además sus nombres revelan el carácter licencioso de estas fiestas, donde uno puede aparentar lo que quiere y decir por fin cualquier cosa, sin temer las consecuencias.

"Frappe" de carnaval
(Roma)


Ingredientes:
500 g harina de trigo
un huevo
una pizca de sal
70 g de leche
50 g de azúcar
1/2 vaso de vino blanco o licor
una cucharada de aceite de semillas o mantequilla derretida
aceite para freír
azúcar en polvo

Coloque en un bol la harina, el huevo, el vino o licor, el azúcar, la sal y una cucharada de aceite de semillas o mantequilla derretida, amase bien hasta integrar todo los ingredientes —agregar agua o leche si se precisa—.
Envolver la masa con papel film y dejar reposar durante 30 minutos aproximadamente.
Con la ayuda de un rodillo estire la masa dejándola bien fina. Con una corta-pasta cortar unas tiras de 3 cm de ancho y 10 cm de largo.
En una cazuela, con abundante aceite caliente, freír las tiras de pasta. Retirar y escurrir sobre papel absorbente. Espolvorear los buñuelos con azúcar en polvo y servir.

lunes, 28 de enero de 2008

Los azotes purificadores del carnaval gallego

De las fiestas romanas llamadas "Lupercales", que se celebraban en honor a los pastores de los que el Fauno Luperco "Pan" era dios, procede claramente la tradición del carnaval gallego característico de Xinzo de Limia, Laza y Verín, donde los “cigarrones”, “pantallas” o “peliqueiros” azotan a los participantes a la ruidosa fiesta, con débiles fustas de cuero, con cencerros, o les golpean con tripas de cerdo hinchadas. El Santo Endroido es el Carnaval gallego propiamente dicho. El ciclo del Endroido abre las puertas a la primavera, a la renovación de la naturaleza, que augura nuevos frutos y semillas en el mundo agrario. La gente se disfraza con máscaras que tienen orígenes muy antiguas, muchas de ellas de animales, y hasta los animales van disfrazados. Son días de comidas de carnes como el lacón, chorizo y cacheira, así como de abundantes y dulces filloas, orejas rosquillas y bicas, que hacen las delicias de pequeños y mayores, en estas fechas.
Celebradas en febrero, nombre que viene del latín februarius, y este a su vez de februus, es decir "purificatorio", las Lupercales, al igual que la Candelaria, eran fiestas de purificación.
Durante estos días señalados, los sacerdotes romanos se cubrían con pieles de cabra y con el pelo de ellas confeccionaban unos látigos, con los que los niños azotaban a las personas que encontraban a lo largo del Palatino, con el fin de impregnarla de la potencia fecundadora de las cabras y purificarlos para que pudieran cocebir hijos sanos y fuertes.
Este ritual era sagrado y presagiaba la cercanía de la primavera, en donde todo era fecundación y floración.

Filloas de carnaval
(Carnaval de Galicia)


Ingredientes:
1 huevo
2 cucharadas cacao en polvo
1 vaso de leche fría
1/2 vaso de agua
1 1/2 vaso de harina
1 pellizco de sal
2 cucharadas de aceite
azúcar para espolvorear

Poner todos los ingredientes juntos en una batidora y mezclar durante unos segundos.
Dejar reposar 30 minutos.
Pintar una sartén con aceite o mantequilla, cuando esté caliente echarle la mezcla en cantidad suficiente para cubrir la base de la sartén. Dejar cocer la filloa hasta que empiece a hacer unas burbujitas y se ve cuajada. Dar la vuela y cocerla unos segundos también por el otro lado. Sacar de la sartén, espolvorearla con azúcar. A medida que se van preparando amontonarlas en un plato de servir para que se mantengan calientes. Se sirven recién hechas.
Se puede prescindir del cacao, añadiendo una cucharada más de harina en la mezcla.
Como las filloas son unas especie de crêpes, también se pueden rellenar de mermelada, chocolate fundido, nata, cremas, etc.. Se sirven además de esplovoredas con azúcar, bañadas con algún licor al gusto.

domingo, 27 de enero de 2008

Las Lupercales en honor a Pan

En los primeros años de la Era Cristiana, el Imperio Romano era en declive, sin embargo, su capital de un millón de habitantes seguía siendo un activo centro comercial en el que, entre otras cosas, abundaban las festividades paganas a lo largo del año. Los cristianos solían integrarse a estas festividades relacionadas con los ciclos lunares y solares, no sólo para pasar inadvertidos, sino porque se sentían verdaderamente atraídos por dichas fiestas coloridas en las que los placeres de la carne se mezclaban con las invocaciones místicas.
El 15 de febrero empezaban en Roma las Lupercales, fiestas en honor de Pan, dios de la potencia generadora de la naturaleza, símbolo del hambre sexual irreprimible e insaciable, así como de la dimensión instintiva de los seres humanos. A Pan se lo conocía también como Lupercus, de ahí el nombre de estas famosas celebraciones que, al parecer, eran la reelaboración de una fiesta más antigua aún. Al dios Pan se lo representaba como un ser mitad humano y mitad cabra, representación que dió lugar más tarde a la imagen del diablo.
Muchos rituales que fomentaban la fertilidad eran repetidos durante las Lupercale y era considerado de suma importancia el acto de purificación de los cuerpos y la expiación del mal. Los sacerdotes Lupercus iban en procesión cubiertos con pieles de cabra, vestimenta del dios Pan, y unos adolescentes y niños azotaban a la gente que encontraban por el camino con unos látigos hechos con pelos de cabra, acto que debía purificar e impregnar de fecundidad a las personas.

Pudín de Pan al caramelo

Ingredientes:

500 g de pan o brioche
2/3 de taza de azúcar
3 huevos
2 cucharadas de agua
1/2 taza de azúcar más
2 tazas de leche
2 trozos de piel de limón (sólo la parte amarilla)
50 g de pasas sin semillas
una cucharadita de canela en polvo

Poner en un cazo el azúcar junto con el agua y dejar que se disuelva por completo a fuego suave. Llevar el almíbar a ebullición, bajar el fuego y dejar que se espese unos 10 minutos más a fuego lento; estará listo cuando presente un color dorado. A este punto sacarlo del fuego y volcarlo en un molde de pudín untado con mantequilla fundida y dejar que se enfríe.
Cortar el pan o brioche en rebanadas, desechar los bordes, rellenar el molde haciendo capas y tapando los huecos con los trocitos sueltos. Esparcir un poco de pasas y una espolvoreada de canela en polvo encima de cada capa.
Poner ½ taza de azúcar en un cazo, añadir la leche, la cáscara de limón y dejar cocer a fuego lento hasta que el azúcar se disuelva bien, removiendo de vez en cuando.
Sacar del fuego y dejar enfriar. Retirar la piel del limón de la leche, batir ligeramente los huevos y tirarlos en la mezcla de leche y azúcar, remover todo un ratito más y verter el preparado encima del pan en el molde.
Colocar el molde de pudín dentro a otra bandeja de horno mayor y añadir agua hasta a que alcance la mitad de la altura del molde. Hornear a calor moderado unos 50/60 minutos, hasta que se cuaje. Una vez fuera del horno, sacarlo del molde y dejarlo enfriar. Ponerlo después en la nevera unas horas o toda la noche.
Antes de servir el pudín, cortarlo en rebanadas y decorar al gusto con nata y fruta fresca, o caramelo.

sábado, 26 de enero de 2008

Ceremonias religiosas, costumbres alegres y desenfrenadas del Carnaval

En la antigua Roma, lo que hoy llamamos Carnaval, era un conjunto estructurado de fiestas, en latín "die festus", que se dedicaba a los dioses, a las ceremonias religiosas y a las costumbres alegres y desenfrenadas. El primer núcleo de estas celebraciones eran llamadas Saturnalias, que se celebraban la segunda quincena de diciembre. Este conjunto de fiestas tenían la finalidad de despedir el invierno, expulsar la muerte de la vegetación y de los hombres, purificar a ambos a través de múltiples rituales, promover la luz solar para preparar la resurrección de la naturaleza de primavera, propiciando todo acto de fecundidad.
En estos días dedicados a Saturno, divinidad agrícola, el pueblo rompía los esquemas sociales; el esclavo "cantaba las cuarenta" a los señores, el señor servía a los esclavos y se ridiculizaba a los políticos y militares. Todas las leyes eran dejadas de un lado y el mundo quedaba patas arriba. Era la gran fiesta de la culminación de los trabajos agrícolas del campo, al finalizar la siembra de invierno.
Los ricos celebraban grandes banquetes donde se invitaba a todo el mundo. Se rezaba a Saturno para darle gracias por la buena cosecha, y se entonaban cánticos para estimular la fecundidad y las uniones sexuales.

Buñuelos de viento

Ingredientes:
1/2 l de leche
6 huevos
50 g de mantequilla
250 g de harina de trigo
una pizca de sal
un vaso de agua
la corteza de un limón rallada
canela en polvo
azúcar en polvo

Poner en una cazuela la leche y el vaso de agua, añadir la mantequilla, sal y la piel de limón rallada. Cuado empieza a hervir, hechar la harina, apartar del fuego y mezclar enérgicamente con una cuchara de madera, hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados. Poner otra vez al fuego moderado y continuar mezclando durante un rato más.
Cuando la masa hace una bola, desprendiéndose facilmente de las paredes del cazo, retirar del fuego y dejar enfriar.
Una vez fría la masa, añadir batiendo los huevos de uno en uno, incorporándolos bien. Continuar batiendo la mezcla durante un rato más.
Poner aceite abundante en una sartén y freír la masa cogiéndola con una cucharadita.
Freír pocos buñuelos a la vez y sacarlos cuando estén dorados y bien hinchados.
Escurrirlos sobre un papel de cocina y servir tibios, espolvoreados con azúcar y canela en polvo.
Estos buñuelos también se pueden rellenar de mermelada o crema pastelera.

martes, 22 de enero de 2008

Miel, símbolo de riqueza, armonía y dulzura.

La miel es en todas las tradiciones símbolo de riqueza y de dulzura. En los textos sagrados de oriente y de occidente, leche y miel corren en arroyos sobre las tierras prometidas. Las tradiciones celtas celebran el hidromiel como bebida de inmortalidad.
En la mitología griega la miel es el brebaje de los dioses del Olimpo y alimento reservado a los elegidos, los iniciados, los seres de excepción, en este mundo como en el otro.
La perfección de la miel la convierte en el elemento principal en numerosos rituales religiosos. Los antiguos egipcios creían que la miel se producía a partir de las lágrimas del Dios Ra, y formaba parte de todas las ofrendas destinadas a los dioses.
En el Islam, según el profeta, la miel restituye la vista, conserva la salud y resucita a los muertos. Entre los indios de América, desempeña un gran papel en las ceremonias y los rituales de iniciación y de purificación.
La miel simboliza la transformación iniciática, la conversión del alma y la integración consumada de la persona en muchas antiguas culturas.
La abeja, símbolo de resurrección, la encontramos representada en las tumbas en calidad de señal de supervivencia después de la muerte; la estación en que desaparece -los 3 meses de invierno- se equipara a los tres días durante los cuales Cristo está muerto, justo antes de resucitar. También entre los celtas, bebedores de hidromiel, la abeja evoca las nociones de inmortalidad del alma.
Las abejas, además de excelentes arquitectos, podrían considerarse los mejores y más sabios alquimistas de la naturaleza. Su invento, la miel, ha sido utilizado como alimento en todas las épocas y culturas de la humanidad, y desde siempre se han conocido sus cualidades nutritivas y medicinales, útiles para prevenir toda clase de males, artritis y fiebres.
Para la úlcera gástrica se aconseja tomar una cucharadita de miel pura cada mañana, dejándola diluir bien en la boca antes de tragarla; luego, esperar al menos una hora antes de ingerir cualquier otro alimento. Está comprobado que su consumo tiene efectos positivos a nivel del corazón, favoreciendo el ritmo cardíaco y estimulando el riego coronario. Igualmente, por ser rica en minerales y oligoelementos, influye sobre las enfermedades reumáticas; estimula el metabolismo hepático, por lo cual tiene un efecto desintoxicante en todo el organismo, y es un extraordinario reconstituyente. Aristóles llamaba la miel “Néctar que cae del cielo”.
Antiguamente se utilizaba el marvilloso producto de las abejas en rituales para propiciar la prosperidad, la fertilidad, la abundancia y el amor, así como para exorcizar los espíritus malvados y bendecir los templos. Cuando nacía un niño se le ofrecía miel para darle la bienvenida, para que creciera fuerte y sano y para auyentar a los demonios. Durante la celebración de un matrimonio se untaba de miel el umbral de la casa de los esposos, para que su vida en común fuera “dulce”, —aún hoy en día se habla de luna de miel—.
Los cuerpo de Aquiles y de varios faraones fueron embadurnados de miel antes de encerrarlos en los sarcófagos para conservarlos para siempre. El filósofo griego Porfirio explica, como en su época, se untaban las manos de los iniciados con miel en señal de purificación, y de inicio de nueva vida.
En el primer libro sagrado de los Vedas, el Rig-Veda, escrito entre el 1500 y el 2000 a.C., se habla de una bebida sagrada llamada Soma, que da coraje para las batallas, que estimula a los poetas, cura las enfermedades y asegura una larga vida. La composición de esta milagrosa bebida embriagadora es todavía desconocida, pero se dice que en su fórmula había leche, harina, miel, agua y el zumo destilado de una planta mágica.
Y para concluir tan entretenido argumento, os voy a contar cómo hacer un hechizo con miel y melisa, útil para traer dulzura en el hogar, alejar las energías negativas y atraer el amor.

Infusión de miel y melisa

Colocar un par de cucharadas de miel en un recipiente para un litro de infusión, añadir 30 g de melisa —nombre que en griego quiere decir abejas—, llamada popularmente en varios lugares también hierba de las abejas; verter un litro de agua hirviendo y dejar reposar un rato. Filtrar y beber 2 o 3 tazas diarias. Una tacita se puede poner cerca de la cama para proteger el hogar.
La melisa tiene la propiedad esotérica de dar frescura, energía, también allana el camino de la seducción. La miel no sólo llama al amor sino que endulza el hogar y el interior de la persona.

lunes, 21 de enero de 2008

Perejil para restaurar la salud y atraer el dinero

En la antigua Roma los gladiadores, antes de bajar a la arena, se colocaban una ramita de perejil en el cinturón, convencidos de que dicha hierba propiciaba la fuerza y la astucia.
En la antigua Grecia el perejil era sagrado y simbolizaba el triunfo y la resurrección, por esta razón adornaban las tumbas con coronas de perejil.
El perejil, actualmente como en la antigüedad, se considera una buena planta para conjuros relacionados con el bienestar físico, para restaurar la salud y la vitalidad. También se utiliza en numerosos rituales para atraer dinero y la buena suerte en los negocios.
Si últimamente os parece que en vuestro hogar hay mala suerte y quereis eliminar las energías negativas que se han instalado en vuestra casa, entonces coged un buen ramillete de perejil, cuatro vasos llenos de agua cristalina, un poco de canela y azúcar, y ejecutad este hechizo beneficioso:
añadir un poco de azúcar y canela en los 4 vasos de agua, remover bien en sentido horario, introducir en ellos unas bonitas ramitas de perejil y repartir esos vasos por las habitaciones de la casa.
Este ritual se debe ejecutar un martes, y los vasos con el perejil deberán quedarse en el lugar donde se han colocado durante una semana. Pasado este tiempo podeis renovar por completo el hechizo y tirar el perejil a la basura.
Si el perejil se deteriora muy rápido, puede deberse a que existan efectivamente muy malas energías; el perejil se va a encargar de recogerlas y de conseguir que la suerte regrese en el hogar.
Si lo que necesitais es una dosis extra de buena suerte para un proyecto que quereis llevar a cabo, entonces ofrecer perejil a San Pancracio; costumbre que perdura viva todavía en muchos lugares de España, donde no es raro ver en los comercios al santo con una ramita de perejil.
Muchos dicen que tirar el perejil es como tirar la suerte, por esto tirarlo siempre con disimulo cuando ya está seco y no sirve, ¡por si acaso!.
Cuidado con atraer maleficios sembrando perejil en el jardín. Par evitar disgustos es aconsejable sembrarlo en los agujeros del muro que rodea el jardín y a la sombra, sólo de esta manera constituirá una barrera contra las malas influencias.
El perejil es también un buen afrodisíaco porque favorece la producción de estrógenos, por lo que resulta especialmente útil en la menopausia para incrementar el deseo sexual.
Respecto a su valor nutritivo, aporta muchas vitamina, minerales (principalmente fósforo, hierro, calcio y azufre). Así mismo, contiene otras sustancias como los flavonoides con acción antioxidante, antiinflamatoria y diurética. El perejil es, además, estimulante de la menstruación, vasodilatador y tonificante. Es un condimento muy habitual en la dieta europea, pero también en muchos otros países del mundo.
Las mujeres embarazadas deben evitar consumir perejil de forma abundante, ya que aumenta la producción de oxitocina (hormona que provoca contracción del útero), lo que puede predisponer al aborto.

Salsa de perejil


Ingredientes:

1/2 taza de perejil picado
1 dientes de ajo rallado
1/2 taza de pan rallado (o miga de pan remojada y escurrida))
2/3 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de vinagre de manzana
sal, pimienta
la cantidad necesaria de caldo de verdura o agua

Poner en un bol el perejil, el diente de ajo, el pan rallado, el aceite y el vinagre, mezclar y condimentar al gusto con sal y pimienta molida. Agregar un poco de caldo (o agua si no se dispone de él) hasta que la salsa tenga la consistencia de una crema espesa.
Esta salsa acompaña bien a los cereales, las patatas y legumbres, el pescado, las ensaladas y las carnes.
Se puede hacer una versión cocida de la salsa de perejil utilizando los mismos ingredientes. En este caso los ponemos juntos en una cazuela, añadimos un poco de agua o caldo vegetal, o unas cucharadas de puré de tomate con una pizca de azúcar. Dejamos cocer un ratito, mezclando constantemente para que no se enganche al fondo de la cazuela, y retiramos cuando ya tiene una textura de salsa espesa.
Las dos versiones son muy sabrosas pero, sin duda, la primera es la más saludable, ya que mantiene todas las propiedades del perejil inalteradas.

CONTINUACIÓN DE LAS RECETAS DE LA SUERTE

sábado, 19 de enero de 2008

Pastel y pastelitos de carne para 12 meses de suerte

El Pastel de carne es un plato cuyo principal ingrediente es la carne picada de vaca, ternera, cordero o cerdo (solas o en combinación de algunas), mezclada con pan rallado, o pan seco remojado en agua o leche, huevos, especias, hierbas como el perejil y hortalizas finamente picadas como cebollas, pimientos, apio y, según la temporada, enriquecido con setas y trufas. Suele tener forma compacta de barra rectangular, o de tarta redonda. Generalmente cocinado al horno, se sirve en rebanadas frío o caliente, acompañado o no con salsas, según los gustos y lugares. Es imposible determinar la procedencia de este plato, ya que en casi todas las cocinas del mundo existen preparaciones similares.
Mientras que los pasteles y pastelitos de carne se comen prácticamente en todo el mundo, lo que seguramente se desconoce es que traen suerte. Bueno, ¡ya es una suerte comerlos por los buenos que son!, pero, comidos de una particular manera y en determinadas fechas, aseguran la suerte durante un año entero.
Para que esto pueda ocurrir, debemos comer a partir del día 15 de diciembre (y no vale otra fecha), un pastelito o rebanada de pastel de carne cada día, y durante 12 días consecutivos. Si cumplimos este ritual diligentemente, cada pastelito o rebanada nos traerá un mes de buena suerte. Tampoco sirve comer más de un pastelito o rebanada de pastel diario.
Para cumplir este nuevo sortilegio, os doy un par de recetas: pastel de carne y pastelitos de carne. Empezar de todas maneras a probarlo con antelación, y ajustar así los ingredientes que más os gustan para tener todo a punto al momento en que debeis ejecutar el hechizo.

Pastel de carne picada

Ingredientes:

500 g carne picada de ternera (o mezcla de ternera y cerdo en partes iguales)
1 diente de ajo
una cucharada de perejil picado
una pizca de sal
1 huevo
2 huevos cocidos
2 rebanadas de pan de molde
leche un vasito
unas cucharadas de pan rallado
margarina para untar el molde
100 g de bacon en tiras finas
50 g de queso rallado
una pizca de nuez moscada molida
pimienta negra molida si gusta


Ponemos a remojar 2 rebanadas de pan de molde en un plato con un vasito de leche (también vale otro tipo de pan che tenga miga). Colocamos la carne picada en un recipiente, añadimos el diente de ajo rallado, el perejil picado, una pizca sal, el huevo y el pan remojado en la leche y escurrido, pimienta negra molida y una pizca de nuez moscada rallada al momento. Mezclamos todo muy bien amasando con las manos y dejamos reposar la masa de carne unos minutos.
Preparamos un molde, rectangular o redondo, untándolo de margarina y espolvoreándolo con pan rallado. Colocamos una base de carne picada, unas tiras de bacon, los huevos cocidos cortados en láminas y espolvoreamos un poco de queso rallado (se pueden poner otros tipos de ingredientes si gustan, las combinaciones son infinitas). Terminamos poniendo otra capa de carne picada, espolvoreamos un poco de pan rallado por encima y lo llevamos al horno durante unos 45/50 minutos a 180 grados de temperatura. El pastel estará listo cuando presenta un buen tostadito encima y esté bien cuajado.

Pastelitos de carne en hojaldre

Ingredientes para 12 pastelitos

Masa de hojaldre preparada suficiente para 12 pastelitos (unos 500 g)
2 cebollas
aceite de oliva o maíz
un pimiento rojo
½ cucharadita de comino molido
una cucharada de perejil picado
500 g de carne picada del tipo que guste: ternera, cerdo, cordero etc., solas o mezcladas.
1 cucharadita de pimentón dulce
una pizca de pimienta negra o guindilla molida (si gusta)
2 huevos duros
1 huevo fresco
una cucharada de leche
100 g de jamón cocido
una tacita de caldo de carne o vino blanco

Picar las cebollas y el pimiento y dorarlos en un poco de aceite.
Incorporar la carne y el jamón cortado en tiritas, rehogar unos minutos, sazonar sal, una pizca de pimienta o guindilla molida, pimentón y comino. Verter el caldo caliente o el vino blanco y cocinar hasta que la carne haya absorbido totalmente el líquido. Enfriar la preparación, agregar el huevo duro cortado en trocitos.
Estirar la lámina de hojaldre encima de una mesa limpia, cortar discos de 10 cm de diámetro, colocar en el centro una cucharada del relleno, pincelar los bordes con huevo batido y cubrir con otro disco. Pincelar los pastelitos con el resto de huevo batido al que se habrá añadido una cucharada de leche.
Hornear a 180º, hasta que estén bien dorados, ente 15 y 25 minutos aproximadamente. Estos pastelitos de carne se pueden comer fríos o calientes.

CONTINUACIÓN DE LAS RECETAS DE LA SUERTE

viernes, 18 de enero de 2008

Azafrán para atrer las influencias cósmicas y potenciar la pasión.

El azafrán, “Crocus sativus”, es una planta de la familia de las Iridáceas, que se caracteriza por tener una flor color lila donde destacan el color rojo de los estigmas y el amarillo de los estambres.
La mitología griega explica que el azafrán nació por amor, y esta sería la razón por la cual su flor es considerada afrodisíaca. El antiguo mito cuenta que un buen día la ninfa Smilace, favorita del dios Hermes, se enamoró de un hermoso joven llamado Krokos. Hermes al enterarse se puso muy celoso y trasformó a su rival en flor de azafrán. Sin embargo, el mismo dios, considerado consejero de los enamorados, en seguida entendió el poder que encerraba la bonita flor, y empezó a utilizarla como afrodisíaco.
Pasando de la leyenda a la historia, podemos constatar que ya en los antiguos papiros egipcios se habla del azafrán y se enumeran sus valiosos poderes. Una de las primeras referencias históricas de la aplicación del azafrán procede justamente del Antiguo Egipto, donde era empleado por Cleopatra y otros faraones como esencia aromática y seductora, así como para realizar abluciones en los templos y lugares sagrados.
Las mujeres troyanas consideraban el azafrán sagrado, y lo utilizaban para perfumar el suelo de los templos y las estatuas de los dioses. También en la Grecia clásica era muy apreciado por sus propiedades aromáticas y cromáticas. Se utilizaba además como remedio para la conciliación del sueño, para atenuar los efectos de los vinos, para realizar baños perfumados y como afrodisíaco. Los Árabes lo utilizaban como anestésico y antiespasmódico. Fueron ellos quienes introdujeron el cultivo del azafrán en España en el siglo X.
Durante la Edad Media, la preciada plantita del azafrán tuvo un gran auge en Gran Bretaña. Cuenta la leyenda que durante la época de Eduardo III un peregrino trajo un bulbo de azafrán oculto en el bastón hueco que portaba desde Oriente a la Ciudad de Walden; allí se plantó el bulbo que comenzó a reproducirse, dando a la ciudad gran prosperidad.
Durante el Renacimiento italiano Venecia destacó como el más importante centro comercial del azafrán. Entonces, la dorada especia valía más que su propio peso en oro, incluso hoy sigue siendo una de las especias más caras.
En la India el azafrán es ingrediente imprescindible en la cocina, viene utilizado en la medicina Ayurvédica y en los cultos religiosos.
El azafrán, por tener el color del oro, es sinónimo de riqueza espiritual y material. Se suele regalar en Oriente para augurar una larga vida y prosperidad. Su color dorado recuerda el astro solar, portador de luz y calor, que conecta siempre con algo precioso y espiritual, por esto es el color de las togas de los monjes budistas.
Con el azafrán podemos realizar numerosos hechizos y rituales para atraer el poder de las influencias cósmicas, para potenciar la confianza, la atracción, el encanto y la persuasión de las personas, y para estimular las energías.
Aquí va una deliciosa bebida afrodisíaca con azafrán, para tomar en una romántica noche.

Bebida de la pasión

Ingredientes para 2 personas:

2 mangos maduros
6 albaricoques frescos
1/3 vaso de ron oscuro
un sobre de azafrán (0,60 g)
unas hojas de menta para decorar
hielo triturado
una cucharadita de miel (opcional)

Pelar los mangos, quitarles la nuez y cortarlos en taquitos. Pelar también los albaricoques, quitarles la nuez y cortarlos en dos. Poner la fruta en la batidora, añadir el ron, el azafrán, la miel (si gusta), y batir bien todo. Verter el zumo en unos vasos, añadir el hielo triturado, decorar con unas hojas de menta fresca y servir.

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miércoles, 16 de enero de 2008

Las profecías del Gallo y el hechizo de amor.

De todos los animales que comparten la vida con el hombre en el campo, no hay ningún otro que alcance mayor simbología que el gallo, señor del gallinero.
El gallo es el emblema de la vigilancia y la actividad, además es símbolo del valor, abundancia, fecundidad, pero también es el animal predilecto para prácticas de adivinación y hechicerías.
Diversos pueblos, como babilonios, romanos y árabes, realizaban prácticas de adivinación (Alectoromancia) teniendo en cuenta el movimiento y el paso de estas aves. En concreto, los romanos colocaban un gallo blanco al centro de un tablero de 23 casillas, que venían a corresponderse con las 23 letras del abecedario (romano clásico), ponían un grano de trigo en cada una de ellas, después soltaban el gallo. Las letras que iba picando el animal formaba un mensaje del que podía deducirse el futuro.
El canto del gallo también sirvió de base para la práctica de la adivinación, y hasta una piedra de su hígado tenía virtudes medicinales, según antiguas tradiciones.
El color del animal es también importante; en las misas negras se sacrificaban gallos negros para obtener los favores de Satanás; sin embargo, en las ceremonias de rito vudú, el gallo que se sacrifica ha de ser blanco.
En la iconografía cristiana el gallo cantando representa la resurrección de Cristo. Simboliza también las tres negaciones de San Pedro; el papa Nicolás I ordenó que se colocaran gallos en el lugar más alto de los templos para recordar este hecho.
Por otra parte el gallo ha sido símbolo del valor del buen guerrero y por eso consagrado a determinadas divinidades bélicas. En la antigua Grecia, las peleas de gallos (denominadas alectriomaquia) tenían un marcado objetivo pedagógico: los jóvenes debían aprender del valor y el coraje de estas aves, y pelear como ellos hasta la muerte.
Su canto matinal marca el fin de los aquelarres, ahuyenta la muerte, exorciza los demonios y espíritus malignos y expulsa a los diablos, brujas y duendes.
Los testículos, del gallo se utilizaban para la elaboración de filtros de amor y su corazón para atrapar al enamorado.

Gallo al vino a la francesa

Ingredientes para 8/10 personas:

1 gallo de 3 o 4 kg cortado en trozos
150 g de bacon
1 cucharada sopera de harina
2 cucharadas soperas de licor tipo orujo, grappa o marc de cava
1 vaso de agua
1 cucharada sopera de concentrado de tomate
aceite de oliva
sal
pimienta
2 docenas de chalotas
30 g de mantequilla
400 g de champiñones

Marinada:
1 botella de vino tinto
2 cucharadas soperas de aceite
2 chalotas
2 zanahorias en rodajas
3 dientes de ajo
3 clavos de olor
algunos granos de pimienta
un bouquet garni (laurel, apio, perejil, tomillo, romero, ajedrea y estragón; todas ellas juntas y atadas con una cuerdecita, o sólo algunas según los gustos).

Cortar el gallo en trozos lavarlos y secararlos bien. A continuación quitar la grasa de la carne reservándola, y poner los trozos de gallo a marinar con los ingredientes de la marinada durante unas 24 horas.
En una cazuela bastante grande poner un poco de aceite de oliva, cuando está caliente añadir el bacon cortado en pequeños taquitos juntos con la grasa quitada a la carne y dejar cocer 10 minutos. Añadir los trozos de gallo (menos el hígado y el corazón), bien lavados y secados, y dejar que se doren por todos los lados.
Espolvorear con la harina y, cuando está tostada ligeramente, bañar con el licor, flambear, después añadir la marinada, unir un vaso de agua y el concentrado de tomates. Salpimentar, mezclar, tapar y dejar a fuego lento una hora y media.
Mientras tanto, en otra cacerola pequeña, dorar a fuego lento el resto de las chalotas peladas en la mitad de la mantequilla, y añadirlas a la cazuela cuando haya transcurrido la hora y media de cocción del gallo. Dejar que siga cocinando a fuego lento durante otra hora.
Saltear los champiñones cortados en cuartos con el resto de la mantequilla durante unos minutos y añadirlos a la cazuela. Achafar el hígado del ave y añadirlo también al guiso, mezclar bien y dejar cocinar todo junto un cuarto de hora más.
Servir colocando los trozos de gallo en una fuente honda y caliente, con la salsa, los champiñones y el bacon encima.

El hechizo de amor con el corazón del gallo:

Con el corazón del gallo guardado podeis hacer un hechizo de amor procediendo de esta manera: con un alfiler atravesar el corazón del ave tres veces mientras se pronuncia el nombre del amado. ¡Suerte!, a ver si la flecha del amor de Cupido atraviesa al mismo tiempo el corazón de vuestro/a deseado/a. Es fundamental que el gallo sacrificado para este hechizo tenga las plumas blancas.

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Predecir la fortuna con las hojas del té

La ceremonia del té en Japón se llama Chanoyu y es una costumbre social y estética, en la que se sirve y se bebe el matcha (té verde en polvo). Este antiguo ritual celebra la imperfección de lo fabricado artesanalmente, lo rústico, y la belleza melancólica que proporciona el transcurrir del tiempo.
Cuatro son los principios que rigen la Ceremonia zen del té, introducidos por el Maestro Sen Rikyu: Armonía, Respeto, Pureza y Tranquilidad.
En Asia, en China y sobre todo en Japón, se empleaban antiguamente las hojas de té para descubrir los presagios. Para llevar a cabo la adivinación, después de haber preparado el té, se levantaba la tapa de la tetera y se observaba la posición de las hojas de té que flotaban en la superficie del agua. También servía observar la disposición de las hojas pegadas en el fondo de la taza, una vez se había bebido o vertido el té.
La adivinación por medio de la lectura de las hojas de té, llamada Taseomancia (del árabe tass “copa” y el griego “manteia” adivinación), se practica de esta manera: se prepara el té (negro o verde) con hojas sueltas y se traspasa a una taza de color pálido sin la ayuda de colador. La persona a quien se va a leer el futuro se lo bebe y deja un poco de líquido y las hojas en el fondo. Luego remueve tres veces el poso, vuelca la taza sobre un platillo y golpea el fondo tres veces hasta que la mayoría de las hojas caen. El adivino toma la taza y examina qué formas han dibujado las hojas que permanecen adheridas en el fondo y en las paredes de la taza.
Las hojas son, en este caso, un medio para estimular los poderes intuitivos del que realiza la lectura. Según las figuras y formas que dibujan así se puede adivinar algún buen presagio.

Anillo: estarás satisfecho y feliz. Se cumplirá un acuerdo.

Barco: recibirás una visita.

Bota: tu situación progresará. Tendrás éxito en lo que emprendas.

Caballo: te amarán mucho y estarás muy enamorado.

Círculo: encontrarás plenitud en tu vida sentimental y profesional.

Cirio: te ayudarán y apoyarán. Tendrás buenas ideas y un espíritu iluminado.

Cuadrado: Vivirás en condiciones confortables. Tu situación te dará seguridad. Recibirás un regalo.

Estrella: tendrás suerte. Si tiene 5 puntas estarás plenamente satisfecho; si tiene 6 puntas te enterarás de un nacimiento; si tiene 8 puntas se producirá un cambio positivo.

Flecha: recibirás una noticia que te impactará

Flor: uno de tus deseos se realizará.

Huevo: tu situación será próspera. Obtendrás triunfos. Crearás cosas nuevas y sentirás una gran alegría.

Rueda: tendrás mucha suerte.

Las burbujas que flotan encima del té son presagio de buena suerte en el amor.
Después de haber hecho el ritual de adivinanza con el té, os recomiendo disfrutar de esta bebida profética.

Té profético

Ingredientes para 4 personas:

5 tazas de agua (pura de manatial, o sin cloro)
una cucharadita de menta seca
2 cucharadas de té Earl Grey
4 rodajas de manzana
una rodaja de naranja
unas hojitas de menta fresca para decorar
miel o azúcar al gusto

Poner el agua al fuego en una cazuela, cuando rompe el hervor apagar y tirar las hojas secas de menta y dejarlas en infusión unos minutos. Filtrar y tirar la infusión de menta en una tetera donde ya se había colocado el té, las rodajas de manzana y de naranja. Dejar reposar unos 6/8 minutos, filtrar, endulzar y tomar caliente o frío según los gustos y la estación.
Decorar con unas hojitas de menta fresca o trocito de naranja si gusta.

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martes, 15 de enero de 2008

Las granadas: símbolo de la fertilidad y del amor conyugal

La granada, fruta dulce y refrescante, se consumía ya en el antiguo Egipto y los árabes la consideraban el símbolo del amor. Originaria de los países del Este y de Oriente se consume desde los Balcanes hasta el Himalaya.
Llamada “joya de invierno”, la granada es del tamaño de una naranja o manzana, tiene una cáscara dura, está llena de semillas translúcidas de un rojo escarlata, que son las partes comestibles del fruto. El jugo de las semillas es delicado, dulce-ácido. En cambio la membrana que encapsula las semillas es blanca, esponjosa y tiene un sabor muy amargo.
Esta fruta tiene un alto potencial antioxidante, ideal para combatir enfermedades, por lo tanto es una importante fuente de salud.
En la tradición hebrea, las granadas adornaban las vestimentas de los sacerdotes de alto rango.
Los antiguos persas creían que las semillas de granada volvían a sus guerreros invencibles, y en China que daban longevidad.
Granadas y fertilidad han sido asociadas desde tiempos inmemorables; granada en latín y significa “fruta de muchas semillas”.
En un famoso mito griego el dios del sub-mundo Hades rapta a Perséfona, la hija de la grande diosa de la naturaleza Deméter. Pero el dios del infra-mundo, obligado por el poderoso Zeus, deberá dejar subir a la Tierra a su amada para que visite a su madre en el Olimpo. Hades, entonces, para asegurarse el regreso de Perséfona, le da a comer una granada para que no se olvide de él y de volver a su lado. Puede que fuera a partir de este antiguo mito, que la jugosa granada empieza a ser el símbolo de la fidelidad conyugal y del amor.
Este fruto se acostumbra comer en las fiestas navideñas para atraer la prosperidad.

Gelatina aromática de granada

Ingredientes:
(para 4 personas)

1,5 kg de granadas
una naranja
5 dl de vino rosado dulce
20 g de gelatina en hojas
100 g de azúcar
una pizca de canela y una de clavo molido

Ante todo desgranar la fruta quitándole bien toda las pieles blanquecinas.
A continuación exprimir el zumo de la naranja y guardarlo.
Poner a remojo las hojas de gelatina en agua fría unos 5 minutos. Verter el vino en una cazuelita, añadir el azúcar y llevarlo a ebullición. Unir el zumo de la naranja, la canela y el clavo molido, las semillas de granada, mezclar y sacar del fuego. Incorporar la gelatina exprimida del agua y mezclar con una cuchara hasta que esté bien disuelta.
Poner el preparado en 4 moldecitos individuales (o uno de Plum cake) y dejar enfriar. A continuación cubrirlos con film trasparente y dejar en la nevera unas 12 horas.
Antes de servir, sumergir unos minutos los moldes en agua caliente, volcar las gelatinas en platitos y servir.

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lunes, 14 de enero de 2008

Nueve guisantes para realizar un deseo

Muchas de nuestras grandes religiones sostienen que los números contienen significados ocultos relacionados con el universo y los dioses; los místicos hebreos antiguos se referían a esto como Gematria, un aspecto de la cábala.
Entre las múltiples supersticiones sobre el número 9 en especial, se incluye uno que dice: “nueve guisantes en una vaina bendecirán a su descubridor”. Para que este efecto beneficioso se produzca, es necesario hallar por casualidad nueve guisantes en una vaina fresca, y los nueve deben presentarse verdes y redondos. Entonces se sacan los guisantes y se arroja la vaina al suelo con la mano derecha mientras se formula un deseo.
La vaina desechada no se debe recoger. Sólo más tarde, otra persona de la casa puede pasar la escoba por el suelo, recoger como por azar la vaina sin tocarla y arrojarla a la basura.
Antiguamente para auspiciar felicidad y suerte a las novias se les ofrecían coronas de ramitas con flores de guisantes.
Un plato de verdes guisantes acompaña la comida de año nuevo en la norteamerica sureña, para atraer suerte y prosperidad en el hogar; algunos agregan una moneda de diez centavos al plato de legumbre con la finalidad de potenciar aún más la buena suerte.
Lo ideal para realizar las prácticas mágicas es utilizar los guisantes tiernos. También es recomendable emplear esta legumbre fresca en la cocina: ligeramente hervida, al vapor, o salteada. Una larga cocción hace perder la mitad de sus proteínas, gran parte de sus sales minerales y prácticamente todas sus vitaminas.
Los guisantes se pueden tomar en ensaladas, pero si los queremos poner en sopas, estofados o salteados es conveniente añadirlos en el momento en que apaguemos el fuego, así mantendrán todas sus propiedades nutritivas.
Después de haber desgranado todos los guisantes de sus verdes vainas, os recomiendo utilizarlos para preparar este apetitoso plato de pasta.

Macarrones con guisantes
(para 4 personas)


400 g de macarrones de tamaño pequeño
150 g de bacon
250/300 g de guisantes frescos
una cebolla
aceite de oliva
escamas de queso Parmesano u otro queso curado
sal y pimienta negra molida

Poner una olla con abundante agua salada al fuego.
En una cazuela freír la cebolla trinchada en un poco de aceite de oliva caliente. Unir el bacon cortado en taquitos y revolver un par de minutos todo junto. Añadir los guisantes, una pizca de sal una de pimienta negra molida (si gusta) y dejar cocer unos 10/15 minutos, hasta a que estén tiernos. Cuando el agua de la olla rompe el hervor, tirar los macarrones, dejar cocer el tiempo indicato en el paquete y escurrirlos al dente. Verter la pasta cocida en la cazuela de guisantes y bacon, revolver delicadamente y servir. Encima de cada plato esparcir unas escamas de parmesano, o queso curado al gusto, antes de llevar a la mesa.

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domingo, 13 de enero de 2008

Las alubias ahuyentan las malas influencias.

La alubia es una legumbre que se cultiva desde tiempos remotos y es conocida en los cinco continentes con nombres muy diversos como: judías, habichuelas, fríjoles, porotos, ejotes, etc.
Pueden variar en tamaño y color pero siempre deben tener una forma arriñonada.
Existen muchos rituales que se practican con judias: para ahuyentar las malas influencias que residen en el hogar, se debe calentar en una sartén unas alubias secas sin aceite: su olor alejará la mala suerte; con la misma finalidad también se pueden esparcir alubias secas en las habitaciones y, mientras se realiza esta operación gritar: “¡Fuera los demonios!, ¡que entre la felicidad!”.
Todas estas creencias vienen de épocas muy antiguas, cuando las alubias se relacionaban con el mundo de los muertos.
En la antigua Roma se utilizaban alubias secas, a veces junto con las habas, para sacar de las casas los fantasmas que regresaban a la Tierra el uno de noviembre, pero que no querían volver al más allá. Entoces, durante la noche, el padre de familia tiraba unas alubias a los malos espíritus gritándoles: “Con estas alubias os hecho de este hogar, regresad fantasmas al más allá”.
De todas maneras no debemos pensar que estas buenas legumbres sólo sirven para echar las malas influencias, también traen suerte, y en varios lugares de norteamérica, comer alubias cocidas en Nochebuena atrae properidad y felicidad en el hogar, ¡vaya…, como las lentejas de fin de año en Italia!.

Alubias en el frasco


Ingredientes:

300 g de alubias blancas secas
2 o 3 dientes de ajo
aceite de oliva
4 o 5 hojas de salvia fresca
sal y pimienta negra en granos
un frasco o bote de cristal resistente al calor

Dejar en remojo las alubias secas durante toda la noche y luego escurrirlas. Introducirlas en el frasco, añadir ½ vaso de aceite de oliva, las hojas de salvia, los ajos pelados y aplastados, unos granos de pimienta negra y el agua necesaria para cubrir bien las judías. Tapar el frasco con un tapón de algodón y ponerlo encima de unas brasas de carbón (no demasiado calientes). Después de unas 3 horas las legumbres estarán cocidas, el agua completamente evaporada y el aceite absorbido totalmente. Verter entonces en una ensaladera las judías, condimentarlas con un poco de sal y pimienta negra molida y servir.

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sábado, 12 de enero de 2008

El agua: elemento protector y curativo.

Las supersticiones relacionadas con el agua son muchas y muy variadas.
Las brujas introducían una rama en el agua y la sacudían con fuerza para provocar grandes tormentas y lluvias torrenciales.
Como contrahechizo el agua se solía tirar por la puerta, la ventana o el balcón. Una agua contra el mal de ojo, llamada agua del “Alicornio” (caballo blanco mitológico que tiene unas alitas encima de las pezuñas —de ahí el nombre—, con cola de león, cabeza púrpura, ojos azules y un cuerno largo y retorcido), se prepara en Galicia, España, tirando agua sobre trozos y raspaduras de cuernos de ciervo mientras se traza repetidamente la señal de la cruz, la pócima está a punto cuando empieza a formar burbujas del tamaño de un ojo de buey; dicen que esta agua es también útil para enfermedades de la piel.
El agua bendita es un elemento protector y curativo en muchos lugares del mundo, de modo que es bueno rociar con ella a cualquier objeto, animal o persona para protegerla de la hechicería.
Muchos rituales de purificación se celebran por medio del agua, como por ejemplo los baños rituales y los bautismos que realizan los sacerdotes; lavan al hombre de su culpa y lo hacen digno ante la divinidad. En este caso se utiliza el agua como elemento purificador y de renovación.

Agua sal
(plato italiano, pobre pero delicioso y refrescante)


Ingredientes para 1 persona:

3 o 4 tomates maduros
agua
sal
aceite de oliva virgen extra
pan casero crujiente

Pelar los tomates y triturarlos con el picador eléctrico o licuarlos. Poner en un bol el tomate, añadir un poco de agua fria, la sal y una cucharada de aceite de oliva virgen extra y mezclar bien.
Poner trocitos de pan crujientes y servir.

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Sal: contra los malos espíritus y para atraer la buena suerte.

La sal es un elemento de la tierra, un compuesto de sodio que desde la antigüedad se ha considerado protectora frente a los maleficios y portadora de buena suerte. Puede que esta superstición esté relacionada con la importancia de la sal como conservante de alimentos. Además la sal simboliza la alianza del hombre con la divinidad, aspecto que queda destacado en la Biblia (Lev. 2, 13).
Se cree que cuando hay sal en una casa siempre habrá dinero y si se echa sal en los rincones de las cuadras el día primero de abril se evitarán las enfermedades del ganado.
La sal, como potente amuleto, se utilizaba en rituales dibujando un círculo de sal alrededor de aquel que deseaba protegerse contra el diablo. Este círculo era llamado "círculo mágico".
Si se quiere contrarrestar el mal de ojo se deben bañar en agua con sal las plantas de los pies y las palmas de la mano tres veces, después se beben tres sorbos del agua salada y se echa al fuego lo que queda de dicha agua.
Hay sin embargo un remedio muy conocido para conjurar la mala suerte: echar una pizca de sal por encima del hombro izquierdo, porque de este modo se ciega al diablo y a los malos espíritus.
Era costumbre echar sal al fuego cuando entraba en casa una persona sospechosa de dedicarse a la hechicería, o echar sal en el umbral después de su partida.
Se creía antiguamente que poniendo un plato con sal debajo de la cama de un enfermo ésta absorbería el mal y protegería contra la enfermedad. Para evitar que un niño sin bautizar fuera objeto de hechicerías se ataba a sus ropas un saquito con un poco de sal cuando se le ponía a dormir en su cuna.
Un refranero dice: "Derramar el vino es buena señal, pero no la sal"; "Si se vierte el salero, faltará la razón, pero no el agüero"; "Verter el vino es bueno, derramar la sal, mala señal". Algunos creen que esta creencia procede de la Última Cena, en la que Cristo cometió tal torpeza.

Dorada a la sal para 4 personas

Ingredientes:

4 doradas de unos 300 g cada una
1 kg de sal gruesa
unas rodajas de limón
unas hojas de laurel
unas ramitas de eneldo fresco (opcional)


Limpiar, lavar y secar bien las doradas, que deben estar enteras y sin descamar.
Cubrir el fondo de una fuente de hornear con sal gruesa. Mojar la sal con un poco de agua. Colocar las doradas encima de la fuente, introducir en el hueco de las tripas unas rodajas de limón y unas hojas de laurel, cerrarlas bien, colocar encima las ramitas de eneldo y cubrirlas con el resto de la sal hasta que queden totalmente tapadas.
Introducir en el horno precalentado a 200º, unos 30/35 minutos, hasta que la sal se rompa un poco.
Retirar el caparazón de sal y servir la dorada acompañada de salsa alioli y una ensalada fresca.

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jueves, 10 de enero de 2008

Manzana: fruta de la suerte

La manzana es la fruta que más se cultiva en el mundo desde hace más de 3000 años. Existen muchas variedades y hasta este siglo era la única fruta fresca que se comía en invierno.
Se usa la manzana para la adivinación y ahuyentar la mala suerte.
Para saber si uno mismo va a casarse no tiene más que pelar una manzana: si lo logra sin romper la piel es casi seguro que quien lo realiza contraerá matrimonio en el mismo año.
Para conocer la inicial de la pareja debe arrojarse la monda entera con la mano derecha por encima del hombro izquierdo: al caer formará la inicial del amante. Pero esto va más allá, colocando la monda en el dintel de la puerta de la entrada sabremos el nombre completo del futuro esposo, ya que la primera persona que cruce el umbral dará la pista.
Tres manzans rojas muy juntas, pero sin rozarse, en la entrada de la casa evitarán que las fuerzas negativas entren, además absorberán las que quieren instalarse dentro de la casa.
Las manzanas son consideradas en China la fruta de la suerte por su forma redonda, su color rojo y su nombre chino Pìng guo, homofono de "suerte" xìng. Además son la fruta preferida para las ofrendas en los dias de plegarias bai bai, por ser la fruta de la suerte y por aguantar bien el paso del tiempo.
La pectina de la manzana es útil para los diabéticos: mantiene estables los niveles de azúcar. También es útil a nuestro cuerpo para eliminar metales pesados como el plomo y mercurio.
El consumo habitual de manzanas es recomendable a las personas que tienen el colesterol alto y que sufren de estreñimiento o diarrea.
Aquí os doy una decocción de manzana como ayuda en caso de inflamación del estómago, de intestinos o de las vías urinarias: coger unos pedazos de manzana (mejor biológica, bien lavada y con su piel), hervirlos durante 15 minutos en 1 litro de agua. Tomar tres vasos al día.
Basta comer unos trozos de manzana y notaremos un gran alivio a la acidez estomacal, por lo cual su ingesta continuada se convierte en un buen sustituto de otros antiácidos químicos. Las manzanas además protegen el estómago, neutralizando los efectos desagradables de la intoxicación alimentaria.

Tarta de manzana
(sana, sabrosa y muy fácil de realizar)


Ingredientes:

1 kg de manzanas (van muy bien las de color amarillo tipo Golden)
200 g de azúcar
1 huevo
150 g de harina
un sobrecito de levadura en polvo
50 g de mantequilla
un vasito de ron u otro licor dulce
un poco de leche
una pizca de sal
el zumo de un limón

Pelar las manzanas y cortarlas en taquitos o lonchitas pequeñas, rociarlas con el jugo del limón para que no se oxiden y reservar.
Romper el huevo en un bol, añadir el azúcar, una pizca de sal y batirlo bien. Incorporar poco a poco la harina tamizada junto a la levadura, alternándola con chorritos de leche. Añadir el ron, y mezclar bien: debe resultar una crema semilíquida. Unir al compuesto las manzanas y revolver bien, después verterlo en un molde, previamente untado de mantequilla y enharinado, cocer al horno a temperatura moderada, 160/175º, durante 40 minutos aproximadamente. Dejar la tarta unos minutos en el horno apagado para que se cuaje bien. Sacarla del molde una vez fría y servir. Es deliciosa acompañada con un poco de crema pastelera o natilla.

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miércoles, 9 de enero de 2008

La cebolla de los deseos

La cebolla es un bulbo pariente del ajo que utilizaban los pueblos de Asia Menor para prácticas mágicas y que los egipcios reservaban a los inmortales por su condición sagrada.
Una cebolla en el bolsillo protege contra las enfermedades. Durante los procesos gripales se suele colocar un plato con una cebolla cortada en cada habitación de la casa para que el resfriado desaparezca, ya que se cree que absorbe todos los gérmenes; después había que quemarlas.
Existe una práctica adivinatoria, la cromiomancia, en la que se ve el futuro quitando una a una todas las capas de una cebolla.
Las muchachas casaderas que desean conocer al hombre con el que se van a casar toman cebollas y escriben en cada una de ellas el nombre de un posible pretendiente; tras colocarlas la víspera de Navidad en el altar, la que germina garantiza que el hombre, cuyo nombre aparece escrito en ella, se convertirá en su futuro marido.
Otro atiguo ritual se practica arrojando pellejos de cebolla al fuego: mientras arden, se puede formular un deseo que será concedido.
La cebolla es un gran desinfectante natural, y comerlas crudas protege contra las enfermedades infecciosas.

Ensalada de cebolla, tomate, apio, olivas y romero

Se lavan y cortan unos tomates, fuertes y dulces, en gajos, se pela la cebolla, se corta por la mitad y después en tiras. Se limpian unos tallos de apio tierno, se enjuagan bien y se cortan en taquitos. En una ensaladera se coloca primero los tomates y luego las cebollas, el apio cortado y las olivas verdes. Se prepara una vinagreta con el aceite, el vinagre, hojitas frescas de romero y la sal, se bate bien, se aliña la ensalada se remueve con cuidado y se sirve en seguida.
Se puede sustituir el romero por orégano, según los gustos.
Esta ensalada es muy saludable y refrescante en verano.

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martes, 8 de enero de 2008

El ajo proteje contra los males y neutraliza los maleficios.

Se dice que el ajo lo cura casi todo, desde las lombrices hasta el estreñimiento y el colesterol. El ajo crudo tomado en abundancia baja la tensión alta y potencia el sistema inmunitario; propiedades que ya se conocían en la antigua Roma ya que los soldados lo comían en abundancia para combatir las enfermedades infecciosas.
Los ajos se siembran teniendo en cuenta la fase lunar; si se hace durante la luna creciente se salen de la tierra. Tener plantitas de ajos delante de la puerta de casa da buena suerte.
Comer ajos cocidos o crudos proporciona fuerza, reflejos y astucia, además de ser afrodisíaco.
Un diente de ajo entre las ropas preserva del mal de ojo.
Los campesinos y pastores que dormían al raso untaban las piedras a su alrededor con ajo para ahuyentar a las víboras.
Los ajos colgados alrededor de la casa en la víspera de Todos los Santos (1 de noviembre) rechazan los malos espíritus, y en la Noche de San Juan se cuelgan collares o trenzas de ajo para defenderse de las brujas.
En la Edad Media se utilizaba ajo para prevenir la peste y el cólera y para protegerse del demonio. En esta época también se conocían sus efectos afrodisíacos ya mencionados, por esto estaba prohibido en los monasterios y los monjes debían absterse en comerlo.
Es muy conocida la creencia que el ajo auyenta a los vampiros en el folclore Europeo. Los italianos lo utilizan contra el mal de ojo, y para que haga mayor efecto recomiendan preparar una bolsita para llevar encima con sal, 3 dientes de ajo junto a una guindilla picante. También dicen que tener un diente de ajo con un poco de sal en el bolsillo rechaza la envidia.
Para concluir es bueno saber además, que colgar un manojo o una rista de ajos frescos en la cocina, protegerá el hogar y la salud de toda la familia durante un año entero, pasado este tiempo es recomendable cambiarlo para que renueve su poder. El ajo que más protege es el más gordo.

Sopa de ajo a la española


Ingredientes para 6 personas:

1 barra de pan de 1/4 del día anterior
aceite de oliva
4 o 5 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón dulce en polvo (opcional)
100 gramos de jamón serrano cortado en taquitos pequeños
6 huevos
1 ramita de hierbabuena o tomillo
sal y pimienta al gusto

En una cazuela se pone a hervir unos 2 litros y 1/2 de agua, con sal. Mientras tanto se corta el pan en lonchitas, se fríe ligeramente en una sartén con aceite de oliva y se reserva.
Se vuelve a echar un poco de aceite de oliva en la sartén y se fríen los ajos cortados en lonchas finas junto con el jamón. Cuando los ajos estén dorados se retira del fuego la sartén y se deja enfriar. A continuación se añade el pimentón y se revuelve todo bien.
Al momento que el agua rompe el hervor, se tira el pan frito, el aceite con los ajos y el pimentón, la ramita de hierbabuena o tomillo, y se deja hervir unos 10 minutos. En este punto, se añaden los huevos ligeramente batidos, se remueve bien y se sirve caliente.

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sábado, 5 de enero de 2008

Los huevos que traen la fertilidad y la abundancia

Los huevos de las serpientes eran utilizados desde la antigüedad como amuletos de la buena suerte.
Si un huevo tiene dos yemas traerá buena suerte a la persona que lo rompa y lo descubra.
La costumbre de pintar huevos cocidos en la Pascua de Resurrección existe en países tan distintos como Rusia, Alemania, Inglaterra, Grecia e Italia; en esta ocasión simbolizan la vida que se renueva en primavera.
El huevo ha sido considerado en épocas antiguas entre los celtas, griegos, egipcios, hindúes, chinos o japoneses, el mismo germen de la creación del universo.
Los huevos se relacionan bien con la primavera y la fertilidad porque, a medida que el frío disminuye y el día se hace cada vez más largo, las aves terminan la muda y están más ponedoras.
Por el hecho de que se consideraba el huevo como el principio básico de la vida, su presencia en los ritos funerarios equivalía a una promesa de eternidad espiritual, de allí la costumbre de depositar huevos en las tumbas, que se remonta a épocas prehistóricas, y que se encuentra prácticamente en toda el área Mediterránea. En todas estas zonas de la Tierra en primavera se practicaron durante siglos ritos en honor a la Madre-Tierra, celebraciones paganas que perseguían a ultranza el milagro de la fecundidad. En este período, en el que se rendía culto a las grandes deidades femeninas como Isis egipcia, Astarté fenicia, Afrodita griega, Venus romana, Tania cartaginesa, etc., todas diosas de la fertilidad, el huevo, germen de la vida, se había vinculado a la renovación periódica de la naturaleza. Más tarde, los cristianos lo convirtieron en el emblema de la Pascua, asociando la idea de la resurrección de Cristo al antiguo concepto del eterno retorno. Quedan evidentes en todas las tradiciones pascuales las relaciones con los antiguos ritos paganos, cuando el huevo se conectaba a la génesis del mundo y al inicio del nuevo ciclo biológico.
En varias zonas de Europa (España, Alemania, norte de Italia, y muchos más), existe aún la antigua costumbre de que las parejas de enamorados ingieran los pasteles pascuales, y los huevos en proximidad de una fuente de agua, (también símbolo de fertilidad). Muchas veces este rito va asociado a otro en que, las mujeres, rompen la cáscara de los huevos duros golpeando la frente de sus acompañantes masculinos.

Bizcocho esponjoso de huevos

Ingredientes:

250 g de azúcar
100 g de harina
75 g de Maizena (almidón de maíz)
50 g de mantequilla
8 huevos
piel rallada de medio limón
una pizca de sal
vainilla en polvo (un sobrecito)
azúcar en polvo para decorar

En un recipiente capiente, metálico o de cristal que aguante el calor, batir los huevos junto con el azúcar, la piel de limón rallada y una pizca de sal. Colocar el recipiente encima de una olla con agua en ligera ebullición y continuar trabajando con la batidora hasta formar una crema espumosa y compacta, tres veces del tamaño original. A este punto tamizar la harina con la Maizena y la vainilla, y echarla poco a poco en los huevos batidos —no se debe batir esta vez con la batidora eléctrica, si no mezclar de abajo hacia arriba, delicadamente con las manos o una espátula—.
Se pone la mezcla en un molde y se hornea durante 25/30 minutos a 175º/180º de temperatura (controlar que esté bien dorado y cocido antes de sacarlo del horno).
El bizcocho, una vez frío, se puede tomar simplemente con una espolvoreada de azúcar en polvo, o abrir y rellenar al gusto con chocolate, mermelada o crema de mantequilla.

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viernes, 4 de enero de 2008

El cerdo: símbolo de la buena suerte

Historias de cerdos, marranos y chanchos existen en muchas tradiciones y folclore alrededor del mundo.
Una leyenda del oeste norte americano explica que cuatro chicos ataron sus botas de nieve a un cerdo y se deslizaron sobre una plancha gigante de panqueques para mantenerla aceitosa mientras siete hombres volteaban la torta para el desayuno de Paul Bunyan, gigante leñador, capaz de talar bosques enteros con un solo movimiento de sus brazos, con la agilidad para apagar la luz de una vela y saltar a la cama antes de que el cuarto se pusiera completamente oscuro, y, por los visto, con un apetito insaciable.
Los cerdos de menta simbolizan la creencia victoriana de buena suerte. Actualmente, muchas familias continúan la tradición de traer un cerdo de menta en una comida de celebración, lo parten con un martillo y comparten sus pedazos para conseguir salud, felicidad y prosperidad.
En Alemania y España, los que quieren desear felicidad traen cerdos de mazapán a los anfitriones que amablemente les han invitado, para que tengan buena suerte en Navidad y Fin de Año.
El cerdo es un símbolo importante del feng-shui, sobre todo los dorados, traen gran prosperidad y felicidad al hogar.
En la mitología china, el cerdo es símbolo de honestidad, tolerancia, iniciativa y diligencia.
De acuerdo con la tradición alemana, participar en el asado de un cerdo en la cena de Nochebuena, prevendrá la presencia del diablo y traerá prosperidad en el nuevo año.
En Austria, el cerdito lactante es un plato tradicional para la cena de Año Nuevo y simboliza la buena suerte. También se decoran las mesas con cerditos de mazapán.

Jamón de cerdo glaseado

Ingredientes para 20 personas:

un jamón de unos 7 kg
una naranja
2 tazas de agua
1 ¼ taza de azúcar moreno
una cucharada de mostaza en polvo
una taza de mermelada de naranja de albaricoques
clavos de especia

Antes de empezar la preparación retirar la piel del jamón.
Pelar la naranja y cortar la piel en tiras finas. Exprimir el zumo y reservarlo.
Colocar el jamón en una fuente de horno, rociarlo con las 2 tazas de agua, añadir las tiras de piel de naranja y unos 7 clavos de especia. Cubrir bien con papel de aluminio la fuente y dejar cocer a horno a 180º de temperatura, durante 2 horas. Pasado este tiempo, sacar el jamón del horno, escurrir la carne del jugo, que se desechará o guardará para preparar sabrosas salsas. Con un cuchillo praticar unos cortes en forma de rombos en la superficie, mezclar el azúcar con la mostaza y la mermelada en un bol, remover bien y untar el jamón.
Volver a poner el jamón al horno, pero esta vez destapado, y cocinarlo durante 30 minutos. Añadir el jugo de la naranja a la restante mezcla de mermelada y azúcar, y volver a untar el jamón. Insertar un clavo de especia en cada rombo y hornear la pieza de carne destapada durante una hora más. Untar con la mezcla de mermelada y azúcar de vez en cuando, hasta que la carne esté bien cocida.
El jamón glasedo se sirve cortado en lonchas finas, frío o caliente. Es delicioso acompañado con una compota de manzana aromarizada con especias.

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martes, 1 de enero de 2008

Arroz dulce de Puerto Rico

Ingredientes para 15/20 personas:

3 o 4 cocos
agua
1 paquete de clavos
1 paquete de palitos de canela
1 paquete de anís estrellado
3 y 1/2 tazas de arroz blanco
1 envase de mantequilla pequeño (unos 125 g)
1 raíz grande de jengibre fresco limpia y rallada
2 cucharaditas de vainilla
200 g de azúcar
pasas (a gusto)
sal
canela en polvo

Se empieza la preparación sacando la leche de los cocos. Para proceder a realizar esta operación, hay que hacer un orificio a cada coco para dejar salir el agua, después echarlos en una funda plástica y golpearlos contra alguna superficie dura con fuerza, a continuación se despega la pulpa de la cáscara con mucho cuidado. Picamos la pulpa en trocitos pequeños, los echamos en la licuadora con agua suficiente para molerlos, colamos y exprimimos bien. Repetimos el proceso de licuado hasta completar.
—Si esta operación resulta dificultosa, se puede comprar en muchos comercios leche de coco en pote ya preparado—.
En una olla ponemos a hervir agua junto con todas las especias (clavos, canela, jengibre y anís), y dejamos hervir a fuego lento 1/2 hora, después apagamos. Tenemos que calcular que el líquido necesario para la cocción del arroz sea de 7/8 tazas en total.
Ponemos el arroz a remojo en agua.
En una olla bastante grande echamos la leche de coco y dejamos que hierva junto con una pizca de sal. A continuación colamos el agua de las especias y la echamos a la leche de coco. Sacamos los palitos de canela y los tiramos también en la leche. Añadimos la mantequilla. Unimos las pasas, la vainilla y la canela en polvo, mezclamos bien. Escurrimos el arroz del agua, lo echamos en la leche de coco, removemos bien con el cucharón y comprobamos que haya una cantidad suficiente de leche para que cocine bien. Sacamos unas 2 tazas de leche y las guardamos, si no hay mucha leche se deja a parte una sola taza. Dejamos hervir a fuego lento para que el arroz cocine bien, removiéndolo de vez en cuando; no debe quedar ni muy seco ni muy líquido.
A la leche apartada le añadimos el azúcar y mezclamos bien, después lo añadimos poco a poco al arroz, removiendo continuamente. Probamos y, si es necesario, añadimos más azúcar hasta que esté en el punto que se desee. Mezclamos hasta que todo el azúcar esté derretido y luego apagamos el fuego.
Dejamos reposar durante unos minutos el preparado, después lo repartimos en unos cuencos o platitos. Dejamos enfriar, espolvoreamos con azúcar y canela, tapamos cada cuenco con papel de aluminio y ponemos en la nevera.
Se toma bien fresquito, cuando queremos que se cumplan todos nuestros deseos.

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Arroz, azúcar y canela. Para que el 2008 sea el mejor año de tu vida...

En muchas tradiciones occidentales y orientales el arroz procura buena suerte a los recién casados. La superstición se origina en la antigua costumbre de tirar arroz sobre la cabeza de la novia, cuando entraba en su nueva casa, como símbolo de una vida llena de felicidad y prosperidad. Era también un símbolo de fertilidad.
Pero podemos ayudar aún más a la suerte, preparando un sobre de color rojo con dentro: unas hojitas de laurel, frescas y sanas, azúcar y canela, unos granitos de arroz, junto a un papelito con los deseos que quieres que se cumplan. El sobre se pone debajo del colchón y se deja durante todo el año. Cuando acaba el año se quema y se tiran las cenizas. Será el momento de realizar entonces un nuevo ritual para el año siguiente.

El arroz de la suerte a la española


Ingredientes: 6/8 personas

400 g de arroz
1 y 1/2 litro de leche
1 palito de canela
1 cáscara de limón
1 cáscara de naranja
canela en polvo
2 vasos de agua
8 cucharadas soperas de azúcar

Poner en un cazo el arroz a remojo con el agua durante un cuarto de hora. Añadir la leche las cáscaras de limón y de naranja, el palito de canela, el azúcar y poner al fuego. Cuando rompe el hervor bajar el fuego y dejar cocer unos 22/25 minutos a fuego lento. Cuando el arroz está en su punto, apagar el fuego, eliminar las cáscaras de limón y naranja, verterlo en una fuente y dejarlo enfriar. Espolvorear con azúcar y canela, tapar con un papel de aluminio y poner en la nevera. Se sirve tibio o frío.

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