martes, 29 de enero de 2008

Las "frictilias" de Baco

A partir del año 496 aC. en Roma se empezó a celebrar el 17 de marzo a Liber, en las fiestas llamadas "Liberalia", una de las múltiples representaciones de Baco, el Dioniso helénico, como dios de la fecundación y de las mieses, además de la vendimia.
Durante las fiestas se instalaban al lado de los templos muchas freidurías, donde viejas con coronas de yedras freían buñuelos de harina de trigo, las "Frictilia", nombradas por Séneca y Ovidio, que se ofrecían a Silene, padre putativo de Baco/Dioniso. Silene venía representado con una grande barba y con el pequeño Dioniso en sus brazos, y como genio protector del hogar y de los niños. Tenía también otra faceta en la que se le describía como un beodo burlón, gordo y ridículo, que se paseaba al lomo de un asno.
A Baco–Dioniso se le relacionaba también con el mundo de las tinieblas, ya que, en uno de sus mitos, se cuenta que viajó al inframundo en busca de su madre Semele, muerta accidentalmente fulminada por el abrasador poder de Zeus. Dioniso tuvo que luchar con las fuerzas infernales, pero ganó la batalla a la muerte y devolvió la vida a su madre que, después de rescatar del inframundo, la llevó al Olimpo con los demás dioses inmortales.
En Roma durante tres días se celebraban las Bacanales, en honor a Baco–Dioniso y en recuerdo de los muertos. Durante estas celebraciones —principalmente nocturnas— la gente se vestía de blanco, se empolvaba la cara con harina para parecerse a los espíritus y se entregaba a la desenfrenada fiesta.
Las bacantes iban en procesión junto con los faunos y sátiros, danzaban, correteaban por doquiera desgreñadas y cubiertas de pieles de cabras o de otro animal, con la cabeza coronada de hiedra o de pámpanos.
Esta licenciosa fiesta fue abolida en el año 186 a.C. por el cónsul Postumio Albino y muchos devotos al culto fueron acusados de varios delitos, procesados y justiciados.

Buñuelos de carnaval con uva pasa

Ingredientes:
1/2 kg de harina
1/2 l de leche
2 huevos
un sobre de levadura en polvo
la piel rallada de un limón
la piel rallada de una naranja
100 g de azúcar
uva pasa
un pellizco de sal
azúcar en polvo

Poner a hervir la leche, añadir la harina y dejar cocer unos minutos. Dejar enfriar e incorporar los demás ingredientes.
En una paella capiente verter abundante aceite y, cuando esté bien caliente, ir colocando en tandas unas cucharaditas de la mezcla.
Cuando los buñuelos se presentan hinchados y dorados, sacarlos y escurrirlos encima de un papel de cocina.
Servirlos calientes espolvoreados de azúcar en polvo.

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