La palabra mazapán proviene del árabe, del término “mahsaban”, que hace referencia a los postres hechos con almendras y frutos secos. Otros expertos aseguran que proviene del vocablo “mantha-ban”, que significa “rey sentado”. La primera forma que adquirió esta delicia de almendra fue precisamente ésa, la de un monarca sentado. De hecho, el mismo escudo heráldico de Toledo tiene un rey en esa postura, lo que demuestra el fuerte lazo que une a la ciudad con el mazapán.
A pesar de que todo parece indicar que, etimológicamente, la palabra mazapán es árabe, otra leyenda dice que su receta proviene de manos cristianas. Se cree que los primeros mazapanes fueron obra de las monjas de San Clemente, que lo “inventaron” cuando Toledo se hallaba sitiada por los árabes.
Para calmar la necesidad de alimento, las monjas hicieron una pasta muy dulce, elaborada a partir de las dos únicas materias primas que tenían: azúcar y almendras. “Pan de Maza” fue el nombre que obtuvo esta masa cocida en el horno que sirvió de sustento a los sitiados. A partir de entonces, Toledo se convertiría en cuna del mazapán. Fue en 1615 cuando Felipe III aprobó la ordenanza del Gremio de Confiteros de Toledo, en reconocimiento a su buen hacer en la elaboración de repostería artesanal.
La almendra utilizada para el mazapán debe representar el 50% del peso total del dulce. Por su parte, el azúcar utilizado puede proceder de distintos orígenes: se puede utilizar azúcar de caña, de remolacha, miel, glucosa, sacarosa, etc.. Pero no sólo en Toledo se trabaja el mazapán, a pesar de ser esta provincia su mayor productora, en Alemania son famosos los mazapanes de “Lübecker”, que cuentan con Denominación de Origen, protegida por la Unión Europea desde 1996.
Para la tradición judía la almendra representa lo ignoto, que se esconde tras una corteza dura. La ciudad de la Luz, la cual es una estancia de la inmortalidad, se encuentra debajo de un almendro.
En la religión cristiana, heredera de la simbología hebrea, la almendra juega un papel fundamental representando a Jesucristo, porque su naturaleza divina está escondida en su semblante humano. Podría ser ésta, la razón porque se utiliza este fruto en gran abundancia en los dulces navideños, cuando el Dios nace como hombre.
En la iconografía medioeval es común encontrar representaciones de la Virgen, Jesús y los santos, dentro de una almendra; sus dos vértices apuntan uno al cielo y otro a la tierra, simbolizando la union de lo divino y lo terrenal.
Mazapanes
Ingredientes:
250 g almendras crudas
250 g azúcar en polvo
una yema de huevo
una clara de huevo
Machacar las almendras en un mortero hasta conseguir que estén muy molidas y llevarlas a un recipiente con el azúcar en polvo y una clara de huevo. Después, proceder a mezclarlo todo y terminar de amasar cuando se haya conseguido una pasta homogénea.
Dejar reposar la masa en un sitio fresco durante unas horas y, cuando se vaya a utilizar, espolvorear por encima con azúcar en polvo, amasar otra vez y darle la forma deseada.
Para las figuritas podemos adquirir moldes diferentes y, una vez obtenida la figura, pintarla con yema con la ayuda de un pincel. Colocar las figuritas de mazapán en una bandeja y meter en el horno unos minutos. Retirarlas rápidamente cuando estén doradas.
lunes, 17 de diciembre de 2007
Panes de almendras de Navidad
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1 comentario:
Hola, me acabo de encontrar con tu blog buscando recetas para Navidad. El año pasado comenzamos a realizar mazapan y otros dulces, pero me interesaba por otras formas de hacerlo. Gracias. Me ha parecido muy facil. Un saludo
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