martes, 11 de diciembre de 2007

"En el nombre del cielo os pido posada"

En México la gente cena con su familia el día de Navidad. Se cierran calles para poner los puestos de los vendedores de artesanía, regalos y comida. Se toma ponche sin alcohol, preparado con frutas de la temporada (caña, naranja, lima, tejocotes).
La Posada mexicana es una especie de representación del peregrinage de la Virgen y José para que les dieran posada y dar a luz al Niño Jesús. Así que un grupo de gente va caminando de casa en casa cantando "En el nombre del cielo, os pido posada...", hasta que llegan a la casa en que se va a dar el festín y los aceptan, empezando las piñatas, comida, música y juegos.
El origen de las posadas parece hallarse en el convento de San Agustín de Acolman, en donde los monjes agustinos aprovechaban la coincidencia de las fechas cristianas y las de los ritos de los aztecas, quienes festejaban el nacimiento de su máxima deidad, el dios Huitzilopochtli.


Tortitas de Nochebuena mexicanas

Ingredientes:
600 g de harina cernida
100 g de mantequilla
6 huevos, separadas las yemas de las claras
400 g de coco rallado
1 kg de azúcar para el almíbar y 180 g para el merengue
Azúcar pintado de rojo

Sobre la mesa de amasar, hacer una fuente con la harina. Poner en el centro las yemas y la mantequilla e integrar bien con ayuda de una cuchara de madera, hasta conseguir una masa uniforme y consistente; si es necesario, agregar más harina. Precaliente el horno a 175°.
Dividir la masa en 4 partes y cada una de éstas en 8 porciones. Formar bolitas con cada una de ellas y luego extenderlas lo más delgado posible en forma de tortillitas. Doblar la masa de las orillas hacia arriba, de modo que las tortillas puedan rellenarse más adelante.
Colocar las tortillas en bandejas para hornear previamente engrasadas y hornear a 175°C, durante 15 minutos, o hasta que estén bien cocidas.
En una cacerola, mezclar 1 kg de azúcar y 3 tazas de agua. Poner al fuego y, en cuanto el almíbar empiece a hervir, añadir el coco. Cocinar a fuego medio, revolviendo constantemente, hasta que el coco esté transparente y la miel se haya espesado. Si es necesario, añadir más agua; dejar enfriar la mezcla.
Poner un poco de pasta de coco en el centro de cada tortilla.
Batir las claras a punto de turrón y agregar poco a poco el azúcar restante. Colocar un poco de merengue sobre cada tortita. Para servir: espolvorear el azúcar pintado de rojo sobre las tortitas.

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