La idea de que la pasta engorda tiene sus raíces en la creencia de que la pasta se hace con harina que sólo es almidón. Sin embargo las pastas alimenticias de calidad superior se elaboran exclusivamente con sémola de trigo duro.
El trigo duro en forma de sémola sirve también para hacer pasta y cous-cous (granos de trigo duro, secados y partidos, cocidos al vapor), ingrediente principal del plato norteafricano a base de estofado de verduras y carnes, o de postres y pasteles. Con él se elaboran en Italia, sobre todo en el sur, panes rústicos de gran tamaño, herencia de tradiciones campesinas.
La sémola de trigo duro es baja en grasas, de alto contenido en proteínas, carbohidratos, magnesio, fósforo, hierro y vitamina B. También contiene saludable celulosa: por ejemplo la media cucharadita de celulosa que contienen 100 g de pasta, más la fibra de la salsa de tomate junto a otras hortalizas como cebolla, apio, zanahoria, que suelen acompañar a los platos de pasta, favorecen el tránsito intestinal y evitan el estreñimiento.
Si queremos calcular las calorías de la pasta, para no pasarnos, podemos considerar que 100 g de pasta aportan unas 300 calorías, que son aproximadamente el 15 % de las necesidades de una persona que desarrolle una actividad normal con algo de ejercicio físico.
Se puede entonces comer 70 ó 100 g diarios de pasta sin temor a engordar, obviamente cuidando el aporte calórico de las salsas y condimentos varios: un gramo de grasa aporta 9 calorías.
Las pastas son un alimento recomendable en la dieta habitual de cualquier persona, y especialmente de quienes necesitan un mayor aporte energético, como ocurre en la niñez, la adolescencia y en personas con profesiones de gran actividad o desgaste físico. La baja cantidad de grasa que contiene la pasta es otra importante ventaja a la hora de preferirla para una correcta alimentación; por ejemplo, unos espaguetis acompañados con una salsa de tomate elaborada con un poco de aceite de oliva y algún otro vegetal como cebolla, ajo, hierbas aromáticas etc., apenas contienen grasa.
Espaguetis con tomates secos, rúcula y cebolla: 366 kcal porción
Ingredientes para 4 personas:
250 g de espaguetis
100 g de rúcula limpia
70 g de tomates secos
70 g de cebolla
40 g de Parmesano (u otro queso parecido)
aceite de oliva
sal y pimienta molida
Poner los tomates a remojo en agua tibia durante unos 30 minutos. Escurrirlos después y cortarlos en taquitos.
Picar la cebolla y freírla en una sartén con 2 cucharadas de aceite de oliva. Unir los tomates, salpimentar al gusto, rehogar unos minutos todo junto y apartar del fuego.
Hervir los espaguetis en agua salada, escurrirlos y tirarlos en la sartén del sofrito, añadir el queso cortado en escamitas, un chorrito de aceite, mezclar y servir.
miércoles, 30 de abril de 2008
¿Engorda la pasta?
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1 comentario:
Muchas Gracias Carmela, por tus recetas y referencias; para un novato de la cocina como yo, es un placer encontrar las indicaciones de una verdadera italiana ;)
Quería aprovechar, para preguntarte por un dato; el poner los tomates en remojo durante 30 minutos, ¿para limpiarlos? ¿sean más jugosos?
Gracias una vez más, por tu aporte desinteresado :)
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