La primavera es una de las cuatro estaciones del año de las zonas templadas de la Tierra. Astronómicamente comienza con el equinoccio de primavera, entre el 20 y el 21 de marzo, en el hemisferio norte, transcurre en los meses de marzo, abril y mayo, terminando con el solsticio de verano alrededor del 21 de junio. En el hemisferio sur empieza entre el 22 y el 23 de septiembre, continúa octubre y noviembre, acabando con el solsticio alrededor del 21 de diciembre. Al iniciar la primavera los pueblos agrícolas preparan la tierra y siembran la mayoría de los cultivos que podrán aprovechar las lluvias para desarrollarse. Aparecen las primeras flores y los animales se reproducen estimulados por el buen tiempo.
Este idilíaco momento es, sin duda alguna, particularmente importante para la naturaleza y la humanidad. Las semillas enterradas han esperado bajo tierra durante el frío y oscuro invierno el momento de brotar y, al llegar el buen tiempo, explotan llenas de vida produciendo los tiernos brotes, anuncio de nuevas cosechas que aseguraran el sustento a la humanidad.
Las antiguas sociedades agrícolas mediterráneas adoradores de los dioses de la naturaleza, celebraban las divinidades agrícolas que resucitaban con los primeros aires tibios de la primavera, trayendo consigo el rebrotar del cereal, de las plantas y flores, y la esperanza de una vida eterna también para los hombres. Para celebrar tan importante evento se preparaban panes sacramentales con la harina de la nueva cosecha, para las ofrendas y los festivos banquetes comunitarios.
"Pandolce pasquale"
(pan dulce pascual italiano)
Ingredientes:
600 g de harina
220 g de azúcar
250 g de mantequilla
70 g de almendras
35 g de levadura fresca de cerveza
10 huevos
un sobre de vainilla en polvo
una pizca de sal
Dividir la harina en tres partes iguales, la mantequilla y el azúcar en dos partes.
Disolver la levadura en un poco de agua tibia con una pizca de sal, amasar una parte de la harina con la levadura disuelta. Formar un panecillo tierno y dejarlo fermentar en un lugar tibio cubierto con un paño de cocina durante tres horas.
Pasado el tiempo indicado, coger el panecillo y volverlo a amasar añadiendo otra parte de harina, una de azúcar, una de mantequilla y 4 huevos. Trabajar la masa hasta que se presente homogénea. Ponerla a reposar tres horas cubierta y en un lugar tibio.
Volver a coger la pasta, trabajarla e ir incorporando la harina, el azúcar, la mantequilla restante más 5 huevos y la vainilla. Trabajar la masa un ratito y ponerla después a fermentar unas tres horas.
Pasado el último período de reposo, recoger la pasta y moldear con ella un pan alargado. Poner el "Pandolce" en una bandeja de horno bien engrasada de mantequilla, pincelar la superficie con el restante huevo batido e introducirlo al horno bien caliente.
Pasados 20 minutos, sacar el bollo del horno, practicarle unos cortes en la superficie y espolvorearlo con las almendras trituradas, después introducirlo nuevamente en el horno y cocerlo 30/35 minutos, hasta que se presente bien dorado.
lunes, 24 de marzo de 2008
Cocina de Semana Santa y Pascua de Resurrección: Los panes dulces de las divinidades agrícolas
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1 comentario:
que cosa mas divina!!! lo hare ,me encantan los dulces y los panes, este lo hare el domingo para merendar,
como siempre genial
bessosssss
luz
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