
Los delicados “tagliolini”se trasforman en comida ritual en Basilicada: el día de la Ascensión se cocinan en leche, se dulcifican con canela y azúcar, y se comen para que traigan buenos auspicios y unas abundantes cosechas.
“Tagliolini” con berberechos y pistachos
Ingredientes para 4 personas:
350 g de tagliolini frescos
100 g de pistachos sin cáscara ni piel
20 g de queso de oveja curado (Pecorino)
2 dientes de ajo
2 ramitas de perejil
4 tomates secos en aceite
½ vaso de vino blanco seco
aceite de oliva
sal
Eliminar la cáscara de los pistachos, tirarlos en agua hirviendo, dejarlos un minuto, escurrirlos, eliminar la piel y reservar.
Preparar la pasta fresca como de costumbre, cortar la lámina en tiras muy finas, espolvorer con harina y reservar.
Dejar los berberechos a baño 15 minutos en agua con sal, después enjuagarlos bien y escurrirlos.
En una cazuela al fuego poner 2 cucharadas de aceite de oliva, un diente de ajo sin piel y entero, el perejil, el vino blanco. Tirar los berberechos y dejarlos al fuego medio hasta que todas las conchas se hayan abierto: desechar los moluscos que quedan cerrados.
Sacar los berberechos del líquido de cocción, filtrarlo, y reservarlo.
Quitar los moluscos de sus conchas, reservando algunos enteros para la decoración final del plato. Con el Minipimer picar 80 g de pistachos junto con el ajo restante, una pizca de sal, 4 cucharadas de aceite de oliva y unir, poco a poco, el líquido de los berberechos hasta obtener una salsa cremosa. Escurrir los tomates secos del aceite y cortarlos en taquitos pequeños. Cocer la pasta en abundante agua salada, escurrirla al dente y condimentarla con la salsa preparada y los tomates secos picados. Remover delicadamente, emplatar, decorar con los berberechos y pistachos reservados, y servir.
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