viernes, 29 de febrero de 2008

Cocina de primavera: Adiós al cansancio primaveral con el romero

Esta perfumada planta aromática estimula las funciones del hígado, de la vesicula biliar, y mejora la circulación de la sangre.
Para estimular de inmediato las energías, se recomienda añadir en el agua de la bañera una infusión de esta hierba, preparándola de la forma siguiente:
poner una cucharada de hojas de romero en una taza de agua hirviendo y filtrarla, echar la infusión en la bañera llena de agua, no demasiado caliente, y sumergirse durante 10-15 minutos.
Para aprovechar todas sus virtudes, se aconseja su utilización en la cocina, para dar más sabor a las sopas, a los rustidos, a los cocidos, a las patatas y a los bollos.

Fettuccini con romero y parmesano


Ingredientes para 4 personas:
350 g de fettuccini frescos
2 ramitas de romero frescos
4 o 5 cucharadas de aceite de oliva
60 g de parmesano rallado
sal y pimienta

hervir abundante agua en una olla al fuego, añadir sal y tirar los fettuccini. Dejar cocer el tiempo indicado en la confección de la pasta (generalmente 5 o 6 minutos para la pasta fresca).
En una amplia sartén verter el aceite de oliva y calentarlo. Añadir el romero, frotarlo contra el fondo de la sartén para que desprenda su aroma, y después de unos minutos sacarlo. Cuando la pasta está en su punto escurrirla bien y echarla en la sartén, darle una cuantas vueltas para calentar todo junto unos minutos, y sacar del fuego. Espolvorear con parmesano rallado y servir de inmediato.

jueves, 28 de febrero de 2008

Cocina de primavera: La madera de la primavera china

En el sistema chino de los cinco elemento, se relaciona la primavera con el elemento madera, que gobierna el hígado y la vesícula biliar. El elemento madera se refiere a las entidades vivas y en crecimiento como las platas, los árboles y el cuerpo humano. Desequilibrios en este elemento puede ser causa de problemas en la columna, en las articulaciones, en los ojos, puede afectar nuestra claridad mental y capacidad de concentración.
El viento, que caracteriza el clima de primavera del elemento madera de los chinos, limpia el aire viejo y trae uno nuevo y fresco. El elemento madera está relacionado con el sabor agrio, por esta razón tomar alimentos en vinagre o agridulce en la estación primaveral es recomendable, como también el zumo de los cítricos, por considerarse descongestionantes del hígado.

Hortalizas en agridulce al estilo chino

Ingredientes para 4 personas:
400 g de zanahorias
8 mini mazorcas de maíz en conserva
una coliflor pequeña
un pimiento rojo
un pimiento verde
2 puerros
una guindilla picante
un trozo de jengibre fresco
2 cuchardas de salsa de soja ligera
2 cucharadas de vinagre de arroz o de manzana
4 cucharadas de tomate triturado
1 cucharada de azúcar moreno
¼ de cucharadita de comino en polvo
¼ de cucharadita de cilantro en polvo
½ cucharada de maicena
3 cucharadas de aceite

Limpiar y cortar en tiras los pimientos. Pelar las zanahorias y cortarlas tambien en tiras. Lavar la coliflor y dividirla en ramitas. Pelar, lavar los puerros y cortarlos en tiras. Escurrir las mini manzorcas de maíz y guardarlas.
Cortar la guindilla, sacar las semillas y picarla finamente. Pelar y picar también el jengibre.
En un cuenco mezclar la salsa de soja con el tomate picado y el azúcar, añadir la guindilla, el jengibre, el comino, el cilantro y la maicena disuelta en medio vaso de agua fría.
Calentar el aceite en un wok, saltear las zanahorias y la coliflor unos 3 minutos. Añadir el puerro, los pimientos, las mini manzorcas, y saltear todo junto un par de minutos más. Bañar con la salsa preparada y dejar hervir unos 4 o 5 minutos. Las hortalizas en agridulce deben quedar “al dente”, y se acompañan muy bien con un arroz hervido o pasta china de arroz cocida.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Cocina de primavera: Cereales integrales para la belleza de la piel y eliminar toxinas

Del mismo modo que la naturaleza, el organismo humano tiene la necesidad de renovarse en primavera. Para ello necesita extraer el máximo beneficio de los alimentos de la estación, sobre todo de la fruta y de la verdura, ricas en propriedades desintoxicantes y depurativas, para sentirse más ligeros y, al mismo tiempo, superar la típica sensación de cansancio propia de la estación.
Para eliminar las toxinas y las sustancias de desechos, es útil estimular y acelerar el tránsito intestinal con una dieta rica en fibras y con alimentos que ayudan al organismo a desintoxicarse, una vez más con las frutas, las verduras, las legumbres, así como el pan y/o la pasta o cererales integrales.
Los cereales integrales, junto con las verduras, son ideales para hidratar la piel y aportarle las vitaminas y sales minerales necesarias para su belleza. Los cereales integrales son ricos en minerales como el silicio, importante para dar tono a la piel, y también de utilísima fibra, que favorece la eliminación de los desechos.

Ensalada de cereales integrales con verduras


Ingredientes para una persona:
Un tomate
30 g de trigo tierno integral
30 g de alforfón
30 g de avena
30 g de cebada integral
30 g de pimiento rojo
30 g de pimiento amarillo
30 g de pepino
2 cucharadas de aceite de oliva
una cucharada de perejil picado
sal

Poner una olla al fuego con abundante agua salada, cuando rompe el hervor tirar los cereales y dejarlos hervir unos 40 minutos. Pelar el pepino, eliminar las semillas y cortarlo en cubitos pequeños. Lavar los pimientos, limpiarlos de pepitas y reducirlos también en pequeños taquitos. Lavar el tomate y cortarlo en lonchitas. Recoger todo en un cuenco y aliñarlo con una cucharada de aceite de oliva, sal y el perejil picado.
Escurrir los cereales, condimentarlos con la otra cucharada de aceite, y dejarlos enfriar en una bandeja o plato grande. Una vez fríos, mezclarlos a la ensalada ya preparada en el cuenco y servir.

martes, 26 de febrero de 2008

Cocina de primavera: Depurarse y reflorecer en sincronía con la naturaleza, gracias a las verduras y a las frutas de la estación

En primavera uno tiene la oportunidada de mirar las viejas costumbres de su vida con una nueva conciencia y analizar las fuentes de energía más importantes del cuerpo: los alimentos.
Limpiar el cuerpo significa librarlo del exceso de toxinas. Esto se consigue descansando de los alimentos más congestionantes por un tiempo, bebiendo muchos zumos de frutas y verduras frescas, y agua.
El ayuno ha sido utilizado durante todo la historia de la humanidad por múltiples y grandes razones. Hipócrates, por ejemplo decía que “el alimento es la mejor medicina”. Muchas culturas lo han utilizado para rejuvenecimiento del cuerpo y para promover la vitalidad. Han hecho uso del ayuno las conciencias religiosas y espirituales más importantes. A menudo era prescrito en la cultura india, y los esenitas del tiempo de Cristo lo utilizaban para librarse de sus pecados y para coprender mejor a Dios. La Cuaresma cristiana no es otra cosa que la misma medida higienica antigua: liberar el cuepo de los tóxicos acumulados durante el invierno y, paralelamente, renovar también el espíritu para acercarse a Cristo el día de su resurrección, preparados a resurgir también nosotros, con una restaurada vitalidad.
Es el momento óptimo para consumir en abundancia verduras crudas de la estación, de este modo nos aseguraremos un aporte equilibrado de sales minerales y de vitaminas. Las ensaladas se pueden preparar mezclando varios tipos diferentes de verduras, como por ejemplo: verdura en hojas o tallos (lechuga o tallo de apio), raíces (zanahorias o rabanitos), hortalizas (pepinos o tomates)
Mezclar también vegetales de distinto color, ya que los colores indican los distintos aportes vitamínicos: amarillo-naranja señala que predominan los beta carotenos (precursores químicos de la vitamina A). El rojo, la vitamina C y los bioflavonoides. El verde indica contenido de vitaminas del grupo B como los folatos1 y la vitamina B9.

Ensalada mixta con legumbres

Ingredientes para 4 personas:

200 g de hojas de ensalada mixta (lechuga, canónigos, escarola, rúcula, etc.)
200 g de judías blancas ya cocidas
150 g de judías verdes y tiernas
vinagre de manzana
aceite de oliva
sal

Lavar y escurrir bien todas las hojas frescas de ensalada, cortarlas en trozos y acomodarlas en una ensaladera. Lavar, trocear y hervir las judías verdes, ejuagarlas en agua fría, escurrirlas bien y añadirla a las hojas de ensalada. Distribuir encima las judías blancas cocidas y bien escurridas. En un bote emulsionar 3 cucharadas de aceite de oliva con una cucharada de vinagre de manzana, una pizca de sal y batir bien. Al momento de servir rociar la ensalada con un poco del aliño y servir el resto en una salsera aparte para que cada conmensal se lo pueda añadir a gusto.

lunes, 25 de febrero de 2008

Cocina de primavera: Zumo de piña, uva, albaricoques, naranjas y granada

Ingredientes para 4 personas:
½ kg de una uva blanca
una granada madura
200 g de piña fresca
2 naranjas
200 g de albaricoques
un limón

Lavar la uva. Pelar la granada, la piña, las naranjas, el limón, y trocearlos. Partir los albaricoques, deshuesarlos y trocearlos (se pueden sustituir los albaricoques con melocotones, frescos o en almíbar). Licuar toda la fruta, recoger el zumo en una jarra, agregar hielo picado si se quiere bien frío, mezclar bien y servir.

Batido de fresas antioxidante

Ingredientes para 4 personas:
½ kg de fresas
¼ l de crema de leche o yogur
una cucharada de fructosa

Este zumo se puede preparar con crema de leche para los niños, y con yogur desnatado para los adultos que necesitan alimentos más ligeros en grasas.
Lavar bien las fresas y licuarlas. Verter en una jarra el zumo de las fresas, añadir la crema de leche o yogur, la fructosa y mezclar bien. Servir inmediatamente como resfresco o postre ligero.
Las fresas son ricas en vitamina C y sales minerales como el fósforo, el calcio y el hierro. Tienen propiedades diuréticas, depurativas y antioxidantes. Su acción terapéutica favorece la purificación de la sangre.

domingo, 24 de febrero de 2008

La cocina fácil, ligera y desintoxicante de primavera

¡Despertad! La primavera está aquí. Ha llegado el momento de brillar como el Sol.

La primavera llega el 21 de marzo, el momento del equinoccio primaveral, cuando el día iguala la noche. Durante los seis meses siguientes la luz del día, el sol, o el yang para los orientales, será lo que domine en nuestra vidas. Es tiempo de creación y desarrollo. Toda la vida se restaura al principio de la primavera.
La primavera es la estación verde, el momento de las plantas. Tras las lluvias y las nieves del invierno, las semillas comienzan a germinar en las profundidades de la tierra, salen brotes en los árboles y despierta la belleza floreciente de la naturaleza. En nuestras vida también crece lo nuevo, las relaciones y el trabajo reciben también estímulo durante esta estación, nosotros mismos florecemos con la naturaleza.
Durante el invierno tenemos la tendencia a cargar el organismo con una alimentación demasiado rica en calorías, grasas y proteínas animales. El hígado es el primer órgano que resulta perjudicado y termina sobrecargado a causa de nuestro descuido. Éste es el mejor momento para ayudarle eligiendo alimentos más ligeros y digestivos.
Para ayudar el organismo a depurarse beber abundante agua y zumos frescos de fruta. Para aumentar el poder depurativo del agua se le puede añadir zumo de limón o de pomelo (el zumo de medio limón o de medio pomelo por litro de agua).

Zumo de la mañana


Ingredientes para 3 personas:
4 zanahorias
3 manzanas
1 limón
1 naranja

Lavar bien las zanahorias y quitarles la parte verde.
Pelar las manzanas, trocearlas en cuartos y quitarles el corazón. Pelar las naranjas y el limón.
Licuar la fruta y recoger el zumo en una jarra. Mezclar bien con una cuchara y servir en seguida.

sábado, 23 de febrero de 2008

Comida de Cuaresma: La espera de la resurrección primaveral

El pensamiento humano, tanto el cristiano que espera la resurrección de Cristo, como el pagano que celebra la resurrección primaveral de la vida, coinciden en dar gran importancia a este momento del año. Momento que se aprovecha para la purificación física y espiritual del hombre, que debe prepararse para la resurrección después de la muerte que ha significado el largo y crudo invierno.
Durante toda la temporada de Cuaresma no pueden faltar los buñuelos, que se hacen en todos los países cristianos, con ingredientes sencillos y de distintas formas, siempre fermentados y bien hinchados para que se distingan del pan ácimo que se come de forma ritual en los banquetes de Pascua hebrea.

Buñuelos de Cuaresma


Ingredientes:
150 g de harina
4 huevos
30 g de mantequilla
corteza de ½ limón rallada
50 g de azúcar
un l de aceite para freír
sal

En una cazuela al fuego poner ¼ de litro de agua, la mantequilla, una pizca de sal y hervir unos minutos.
Mezclar la corteza de limón rallada con la harina y añadirla a la cazuela. Mezclar continuamente 3 o 4 minutos hasta que se forme una pasta fina y densa.
Retirar del fuego e ir incorporando los huevos de uno en uno, sin dejar de mezclar.
Calentar abundante aceite en una sartén, coger con una cucharilla la pasta, formar unas bolitas lo más redondas posible y echarlas en el aceite caliente.
Freír los buñuelos hasta que estén bien doraditos, entonces sacarlos con una espumadera y colocarlos en una fuente cubierta con papel de cocina absorvente.
Antes de servir, colocar los buñuelos en una plato de servir, espolvorearlos abundantemente con azúcar y llevarlos a la mesa.

viernes, 22 de febrero de 2008

Comida de Cuaresma: Dulces de Cuaresma

La leche y derivados lacteos empiezan a tomarse de forma habitual sólo a partir del siglo pasado, momento en el que aparecen las primeras lecherías y se empieza a convertir en una floreciente industria. Anteriormente, durante la Cuaresma, estaba prohibido el consumo de estos productos en muchos lugares de la cristiandad.
Un curioso postre catalán de penitencia, del siglo XIX, era la quesada. Hecha de queso fresco aromatizada con cominos y esencia de pino. La quesada representa dignamente los dulces a base de leche fresca típicos del área mediterranea.

Mel y mató

Ingredientes para 4 personas:
2 vasos de leche
4 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de almidón de maíz u otro
4 yemas de huevo
100 g de miel

En una cazuela disolver el azúcar en la leche, desleir después el almidón y añadir las yemas de huevo, batir bien y poner al fuego lento.
Dejar cocer mezclando hasta que el requesón quede bien espeso, separar entonces del fuego y echarlo en los modes par que se enfríe.
En el monento de servir, desmoldar encima de un platito, rociar con miel y servir.

Nata cocida

Ingredientes para 4 personas:

500 g de nata fresca
300 g de moras
120 g de azúcar
10 g de gelatina en hojas o polvo
½ vaso de leche fresca
esencia de vainilla
piel de medio limón cortada en juliana

Remojar la gelatina en un poco de leche fría. Llevar a ebullición la nata en una cazuela con 70 g de azúcar, un poco de esencia de vainilla y dejar cocer unos 10 minutos mezclando continuamente. Sacar del fuego y filtrar.
Escurrir la gelatina e incorporarla a la nata caliente y mezclar hasta que esté completamente disuelta. Distribuir en unos moldecitos individuales y dejar enfriar 3-4 horas. Antes de servir, lavar las moras, guardar unas cuantas para decorar, y triturar con el turmix las restantes con el azúcar. Desmoldar la nata cocida en unos platitos, rociar con la salsa de moras, decorar con algún frutito y la piel de limón cortada en juliana y servir.

jueves, 21 de febrero de 2008

Comida de Cuaresma: La vieja de siete pies

El bacalao, cocinado de muchas y variadas formas, se encuentra frecuentemente como plato de Cuaresma. Se solía cocinar con verduras o legumbres y en suculentos potajes, que se comían sobre todo los domingos, para recobrar las energías y las proteínas suficientes y de este modo seguir ayunando, sin desfallecer, el resto de la semana.
En Cataluña y las Islas Baleares, en España, la Cuaresma se representaba tradicionalmente mediante una mujer con siete pies sosteniendo una cesta llena de productos del tiempo de penitencia, mientras con la otra mano levanta un gran bacalao en salazón. Los siete pies representaban las siete semanas de la Cuaresma y era tradición que el padre de familia, al volver de misa el domingo, arrancara un pie de la figura de papel que presidía la casa.
Con los nombres de Bacallanera, Sarraína, Patarra o Sa Jaia serrada –de mallorca– siempre se representaba a la misma mujer, manifestación del tiempo de penitencia, y también la
generalizada afición de consumir bacalao en salazón durante toda esta temporada. El domingo de Pascua, ya finalizado el período de privaciones y ayuno, por fin se tiraba al fuego la figura.
Tradiciones similares las encontramos en Alemania, Austria, Polonia, el sur de Italia, Francia, y en muchos otros países, donde se representa a la Cuaresma mediante unas figuras femeninas que simbolizan la muerte y se destruyen, o se queman en hogueras al llegar la Pascua.

Bacalao con espinacas

Ingredientes para 4 personas:

500 g de bacalao
leche
un diente de ajo picado
500 g de espinacas frescas
un manojo de perejil picado
aceite de oliva
sal y pimienta molida

Si se compra el bacalao en salazón, entonces lavarlo bien bajo el grifo para quitarle la sal, y ponerlo en un recipiente cubierto de agua fresca. Dejar el bacalao en la nevera durante 48 horas, cambiando el agua 2 o 3 veces. El tiempo de remojo varía según el espesor de la pieza de pescado, más gordo obviamente más tiempo de remojo y más veces cabiar el agua.
Después de haber desalado el pescado, tenerlo en remojo con leche durante unas 3 horas para suavizar su sabor.
Poner una cazuela al fuego, añadir aceite de oliva abundante, cuando está caliente unir las espinacas, limpias y escurridas, el perejil y el ajo picado, y saltear todo junto un ratito. Escurrir el bacalao de la leche, secarlo bien con papel de cocina absorvente, y freirlo en una sartén con un poco de aceite de oliva. Colocar el pescado en una bandeja de horno con su aceite, añadir las espinacas, cubrir con papel de horno mojado y escurrido y hornear durante 30 minutos a 180º de temperatura.
Las espinacas de esta receta se pueden sustituir con acelgas frescas.

martes, 19 de febrero de 2008

Comida de Cuaresma: el pez y la corona de espinas de Jesús

El pescado era el verdadero protagonista de las mesas durante los días de Cuaresma por considerarse un animal de agua sin impurezas, ya que no “contenía sangre”. En línea con este razonamiento, tan solo era un atributo de la sangre roja poder transmitir las impurezas. Entre los pescados, el gallo (pez acantopterigio marino) era de los más apreciados; tenía un especial significado religioso porque sus largas espinas se parecían a las de la corona de Jesús.

Tempura de pez gallo con cebollas, tomatitos y olivas


Ingredientes para 4 personas:

600 g de filetes de pez gallo
100 g de harina
150 g de vino blanco seco
300 g de tomates cherry
perejil
unas ramitas de tomillo
8 cebollitas frescas
aceite de oliva
10/15 olivas gordas
sal y pimienta molida

En un plato hondo mezclar bien la harina con el vino blanco, una pizca de sal y una de pimienta molida. Poner el plato encima de un bol con hielo y reservar hasta el momento de freír el pescado.
Limpiar bien los filetes de pescado de espinas, lavarlos y escurrirlos. Lavar los tomatitos, limpiar las cebollitas eliminando la parte verde.
Poner una cazuela al fuego, calentar 4 cucharadas de aceite de oliva y añadir las cebollitas, los tomatitos, unas ramitas de tomillo, las olivas y cocinar a fuego vivo unos 10 minutos. Sumergir los filetes de gallo en la tempura ya preparada, y freirlos en abundante aceite caliente hasta que estén bien dorados y crujientes. Servir el pescado acompañado con los tomatitos, cebollitas y olivas calientes.

domingo, 17 de febrero de 2008

Comida de Cuaresma: alimento para el espíritu

Antiguamente el ayuno dependía de un calendario litúrgico y se fundaba en la idea religiosa de que a través del alimento se producía una comunión sacramental con Dios.
La religión cristiana, en el año 325, con el Concilio de Nicea, eleva el período de tiempo reservado a la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo a 40 días (Cuaresma) que se inicia el Miércoles de Ceniza y termina el Sábado Santo.
Los cristianos de esa época practicaban un ayuno radical, no comían ni bebían en toda la jornada. Tan solo se podía tomar un ligero bocado, a base de sopas de vegetales aliñadas con aceite, a las cuales se les podía añadir pan, cereales o harina tostada, después de la puesta del sol. También estaba permitido comer todo tipo de verduras cocinadas o crudas a las que la única bebida que debían acompañarlas era agua simple y pura.
Desde siempre la Iglesia Católica ha dado gran importancia a este período de ayuno, que da la posibilidad a los hombres de ejercitar la virtud de la moderación, sujetar la carne al espíritu y que, además, tiene una intención moralizante: prevenir los vicios.
El antiguo y riguroso ayuno se trasformó, con el tiempo, en abstinencia, que consiste en tener prohibidos determinados alimentos, como algunos tipos de carnes o comidas muy condimentadas, considerados impuros. Insalubre para la Cuaresma era la carne de tierra, patrimonio del diablo y esencia del pecado. Aunque los caracoles, cocinados de varias formas, habían sido plato cuaresmal de la gente del campo durante varios siglos. Esos animalitos, al igual que los patos y el pescado, se consideraban carne de agua, por lo tanto, no pertenecían a los feudos del Maligno y estaban permitidos.
Respecto a los garbanzos, judías y habas, eran, -han sido y serán- un alimento de gran consumo popular. Cocinados en densos potajes de vegetales y tomados como única comida durante el ayuno, se consideraba una forma conveniente de alimentarse sin cansar al estómago.

Potaje de garbanzos y acelga de Cuaresma

Ingredientes para 6 personas:
750 g de acelgas
250 g de garbanzos secos
una cebolla
3 dientes de ajo
2 tomates
una hoja de laurel
perejil picado
vino blanco aceite de oliva
sal
una guindilla opcional

Poner a remojo los garbanzos unas 12 horas. Al momento de utilizarlos escurrirlos, ponerlos en una olla con 2 litros de agua y dejarlos cocer durante una hora a fuego lento y tapados.
Pasado el tiempo indicado, añadir los tomates lavados y enteros, la cebolla limpia de piel y partida en dos, los ajos, la hoja de laurel y la guindilla si gusta. Dejar cocer 45 minutos más. Sacar la guindilla y el laurel y salar. Quitar del guiso un par de cucharadas de garbanzos, los tomates, cebolla y ajos y pasarlos por un pasapurés. Calentar en una sartén 2 cucharadas de aceite de oliva, unir dos cucharadas de vino blanco y tirar todo en la sopa, junto con el puré preparado antes. Añadir las acelgas, bien limpias, escurridas y cortadas en trozos, y dejar cocer unos 10 minutos más.
Servir el potaje en unos cuencos, espolvoreados con abundante perejil picado.
El pez y la corona de espinas de Jesús

jueves, 14 de febrero de 2008

Menú de San Valentín - Postre Especial

Si teneis un amor que se resiste particularmente a vuestro cariño:

Entonces preparar el “Corazón de nata y rosas”: irresistible tartita fácil de hacer, que dejará rendido a cualquiera.

Corazón de nata y rosas


Ingredientes:
Pétalos de 3 o 4 rosas comestibles (sin pesticidas)
un huevo
350 g de hojaldre
150 ml de yogur griego
3 cucharadas de agua de rosas
5 0 6 cucharadas de azúcar
300 ml de nata para montar

El día anterior a la preparación de la tarta lavar y secar los pétalos de rosa. Batir ligeramente la clara de huevo (guardar la yema en la nevera para utilizarla más adelante), untar los pétalos y espolvorearlos bien con 3 o 4 cucharadas de azúcar. Disponerlos encima de un papel vegetal y dejarlos secar toda una noche.
El día siguente, al momento de empezar la elaboración del pastel, calentar el horno a 180º. Extender la lámina de hojaldre en un molde con forma de corazón, dejando que la pasta salga de los bordes medio centímetro y doblarla hacia el interior. Con un tenedor pinchar un poco la base de hojaldre y ponerla en la nevera una media hora.
Pasado el tiempo indicado, sacar la tarta, cubrirla con otro papel vegetal y esparcir encima un puñado de judías secas.
Cocinar el pastel durante unos 15 minutos, sacar después las judías y continuar la cocción 5 minutos más.
En una tarrina amalgamar el yogurt griego con la yema de huevo guardada, añadir 3 cuacharadas de agua de rosas, dos de azúcar y mezclar bien. Montar la nata y añadirla al compuesto.
Verter el preparado en la tarta e introducirla otra vez en el horno durante 20 minutos. Sacarla del horno, dejarla enfriar y ponerla en la nevera hasta el momento de servir.
Cubrir el corazón de nata con los pétalos de rosa azucarados justo antes de presentarlo a la mesa.

De todas formas recordar que todos los alimentos son afrodisíacos si se toman con predisposición amorosa, y que la receta más valiosa es la de Séneca: “Si quieres ser amado, ama”.
Un último consejo de cocinera: no preparar todo el menú de San Valentín el mismo día de la celebración, sería agotador, y al final no disfrutarías del resultado de tanto esfuerzo. Prepararlo todo con justa antelación y gozarlo con la pareja descansados y deslumbrantes.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Menú de San Valentín - Postre

“Destello de amor”: el final feliz
(Brochetas de fruta en salsa de azafrán)


Ingredientes para 4 brochetas:
150 g de piña fresca en taquitos
6 fresas
2 plátanos
una manzana
4 cucharadas de leche de coco
½ sobrecito de azafrán
3 cucharadas de ron
30 g de mantequilla
2 cucharadas de azúcar
un limón

Lavar, pelar y cortar en trozos toda la fruta, y rociarla con zumo de limón. Confeccionar las brochetas alternando trozos de cada fruta con las fresas (apartar unos trozos de piña) y guardarlas en una bandeja de servir al fresco. En una sartén calentar la mantequilla, añadir unos trozos de piña apartados, flambear con el ron y dejar cocer unos minutos. Pasar la piña cocida en una batidora, añadir la leche de coco, el azafrán el azúcar, un poquito de agua y picar todo bien hasta preparar una salsa fina.
Rociar las brochetas de fruta con la salsa de azafrán y servir.

martes, 12 de febrero de 2008

Menú de San Valentín - Segundo Plato

El “Corderito devoto”
(Paletilla de cordero glaseada a la miel)


Ingredientes para 2 personas:
Una paletilla de cordero
un vaso de Oporto (u otro vino dulce)
aceite de oliva
romero
sal y pimienta negra molida
3 cucharadas de miel
orejones, ciruelas pasas y piñones.

Pedir al carnicero que parta la paletilla en 4 trozos. Salpimentar cada trozo de carne, esparcirlos bien con las hojas de romero, colocarlos en una fuente, rociar con aceite de oliva e introducir al horno caliente (180º aprox.).
Pasados uno 10 minutos, rociar la paletilla con Oporto, incorporar las ciruelas, orejones, piñones y esparcir la miel encima de la carne.
Introducir nuevamente en el horno y dejar cocer unos 15 minutos más, (según el peso de la paletilla se necesitará más o menos tiempo de cocción). Sacar del horno y comprobar que la carne esté bien cocida. A continuación servir las porciones de cordero acompañadas con la fruta y los piñones, y tener caliente los platos poniéndolos en el horno tibio. Verter la salsa en una cazuelita y dejarla hervir a fuego suave hasta que llegue a punto de caramelo, entonces rociar la carne y servir.

lunes, 11 de febrero de 2008

Menú de San Valentín - Plato Principal

“Suspiros de amor”
(Souflés)


Ingredientes para 2 personas:
150 g de queso mascarpone u otro queso de nata blando
75 g de nueces peladas y trituradas finamente
2 huevos
¼ l de bechamel ya preparada
sal y nuez moscada

Disolver el queso mascarpone en la bechamel, batir ligeramente las dos yemas de huevo y añadirlas, mezclar todo muy bien, unir una pizca de sal, una de nuez moscada rallada y las nueces picadas. Batir las dos claras de huevo a punto de nieve y añadirlas al preparado, mezclar con suavidad de abajo hacia arriba con una espátula. Poner la mezcla en dos moldes de suflés e introducir al horno moderado. Cocer hasta que haya subido el doble de su volumen y está dorada la superficie.
Servir caliente.

viernes, 8 de febrero de 2008

Menú de San Valentín - El Entrante

Ensaladita “Jardín del las delicias” para abrir boca

Ingredientes:

Un bulbo de hinojo
una naranja grande
un mango maduro
canónigos
aceite de oliva
una cucharadita de miel
un limón
sal

Lavar bien el bulbo de hinojo y cortarlo en láminas muy finas. Pelar la naranja, sin dejar las amargas pieles blancas, y cortarlas en gajos. Pelar el mango y cortarlo también en láminas. Coger dos platos bonitos y acomodar en cada uno un lecho de hojas de canónigos (limpias y escurridas), encima colocar de forma alternada y decorativa el hinojo la naraja y el mango. En un bote con tapa preparar el aliño mezclando dos cucharadas de aceite de oliva, una de zumo de limón, una cucharadita de miel y una pizca de sal. Tapar el bote y batir bien hasta que la salsa quede bien emulsionada.
Rociar la ensaladita con el aliño justo antes y servir.

jueves, 7 de febrero de 2008

14 de febrero, San Valentín patrón de los enamorados

En el año 270 d.C. el emperador romano Claudio II ordenó mediante un edicto que el matrimonio quedaba prohibido a partir de esa fecha. La noticia causó conmoción y rechazo, aunque el emperador tenía sus buenas razones: los casados se negaban a ir a la guerra, y el Imperio necesitaba soldados para defender sus fronteras. El Obispo Valentín decidió oponerse a la orden y empezó a casar de manera clandestina a cuantos quisieran contraer matrimonio. La desobediencia del obispo fue descubierta y, ante la imposibilidad de reducirlo a la obediencia, el emperador ordenó que lo apalearan, apedrearan y decapitaran. El papa Gelasio proclamó Valentín “Patrón de los enamorados”, después de 200 años de su martirio, y se empezó a celebrar su fiesta el día 14 de febrero.

Un seductor menú para celebrar el día de San Valentín:


La invitación a la comida como preludio al amor ha costituido un rito desde los tiempos más arcaicos, y el arte del erotismo unido a la gastronomía siempre a proporcionado un gran goce.
Conocido es el dicho que el camino hacia el corazón pasa por el estómago. Manos a la obra entonces los que quereis enamorar, y empezar a preparar esta especial cenita para vuestro amor.

Preparar el camino al amor con el coctel “dulce espera”

Ingredientes:

Cava Brut Nature
Zumo de frambuesa
Rodajas de naranjas
Guindas en almíbar rojas y verdes
Cubitos de hielo

Poner en cada copa, o un flûte, ½ vaso de cava brut nature y medio de zumo de frambuesa. Añadir un cubito de hielo, decorar con las rodajas de naranja y las guindas en almíbar insertadas en un palillo largo. Servir el coctel como aperitivo para empezar bien la romántica velada.

martes, 5 de febrero de 2008

El entierro del Carnaval

En el antiguo ritual de las Saturnales romanas encontramos la costumbre de elegir durante las fiestas a un rey de burla, pero que gozaba de todos los privilegios. En las fiestas más antiguas este rey al final venía sacrificado, representando al mismo Dios Saturno, que se sacrificaba al final de las celebraciones para rescatar la naturaleza y la humanidad de la muerte.
Expulsar la muerte es la intención de la ciudad de Lérida, en España, cuando el domingo de Carnaval, al final de las fiestas, lleva en una carroza a "Su Gracia Pau Pi". Al final "Su Gracia" muere y la carroza se convierte en carro fúnebre.
En Proveza el miércoles de Ceniza, se pasea en una carroza al Caramatrán, acompañado por gente disfrazada, mucha de ella ebria. Después de un proceso público se le sentencia a muerte y se le tira una lluvia de piedras.
En las Ardenas, por la misma fecha, se quema a un muñeco que representa al carnaval, mientras los presentes recitan coplas.
En Cataluña, España, se entierra la Sardina, acompañada de una comitiva vestida de luto y llorosa por la pérdida.
En Abruzzo, Italia, el Carnaval es representado por un muñeco de cartón que la gente quema en una pira entre llantos. Mientras el Carnaval se reduce en cenizas, los presentes se van tirando castañas.
El martes de Canaval en Tubinga, se decapita y quema un oso de paja.
En muchas costumbres carnavalescas tradicionales campesinas, se elige un soberano (hombre fantoche o animal) que simboliza el viejo ciclo anual, cargado con todos los males y abusos que representa. Finalmente, al terminar su reinado el último día de Carnaval, el rey fantoche se entrega a la hoquera, para que, con él se destruya todo lo que era viejo y maléfico. La resurrección del espíritu de la vegetación exige, antes del verano, que se expulse el muerto invierno, representado por sendos muñecos del carnaval que se van a sacrificar.
Todas estas ceremonias son dirigidas a eliminar la muerte que reina en la estación invernal, influencia oscura y nefasta, que impide que la vida vuelva a nacer y que los campos sean fértiles.
La muerte quemada finalmente se entierra en los campos y servirá para abonarlos.
En muchos lugares el Martes Graso se entierra el Carnaval y se despiden las últimas fiestas licenciosas. Se acerca el Miércoles de Ceniza —que es el primer día de la Cuaresma— y para los cristianos se acerca un largo período de purificación y penitencia que prepara la Pascua, celebración de la muerte y resurrección de Cristo.
El Martes Graso despide la "comida grasa" con los últimos banquetes y degustaciones de buñuelos y crepes.

Krapfen
(Austria)


Ingredientes:
200 g harina
una cucharada de azúcar
3 yemas
50 g mantequilla
20 g levadura de cerveza
1 dl leche o nata
1 pizca de sal
mermelada, o crema pastelera ya preparada, para rellenar

En un tazón poner la levadura de cerveza junto con una cucharada de harina y diluirla con leche tibia, después poner el preparado en un lugar tibio y dejarlo fermentar.
A continuación, ablandar la mantequilla a baño María y verterla en un cuenco. Añadir las yemas de huevos y batir bien. Incorporar la harina restante, la levadura preparada, la leche, la sal y el azúcar.
Trabajar el compuesto con una mano hasta que se despegue del bol. Espolvorear de harina la masa y ponerla a fermentar en un lugar tibio durante 2 horas.
Pasado el tiempo de reposo de la pasta, estirarla con un rodillo dejándole un espesor de medio dedo.
Cortar la pasta en 24 discos de 6 cm. de diámentro. Poner en el centro de 12 discos una cucharadita de mermelada o de crema pastelera, cubrir con los discos restantes, apretar bien los bordes, y volver a dejar los krapfen en un lugar cálido para que doblen su volumen.
Calentar aceite para freír, echar los buñuelos de uno en uno y, cuando estén a medio freír, darles la vuelta para que se doren bien del otro lado.
Sacarlos y depositarlos sobre papel absorbente para que escurran.
Espolvorear con azúcar en polvo antes de servir.

lunes, 4 de febrero de 2008

El aristocrático Carnaval de Venecia

El carnaval de Venecia tiene personalidad propia, magia propia, y va más allá de la turística imagen de la nariguda máscara del doctor de la peste que abarrota los talleres de la ciudad. Antaño el carnaval ya constituía una de las fiestas populares más apreciadas por los ciudadanos. Ya en el siglo XI, cuando Venecia era una potencia temida y triunfaba en el Mediterráneo, ya existía el Carnaval Veneciano, pero no fue hasta 200 años más tarde cuando se declaró festividad pública.
Celebrar el carnaval en la "ciudad de la laguna" suponía antiguamente una especie de cantar de gesta; en él se utilizaban acontecimientos históricos como fuente de inspiración, de forma que historia y realidad se mezclaban y confundían, formando parte de un único ingrediente festivo. Sucedió así con la victoria sobre los turcos —derrotados en 1571 en la batalla de Lepanto— de la Serenissima en alianza con España y el Estado Pontificio, que sirvió de motivo para los carnavales del año sucesivo. Pero es en el siglo XVIII cuando el Carnaval de Venecia logra su máximo apogeo. Aristócratas y acaudalados acudían a la ciudad de la laguna para divertirse y disfrutar de la riquísima estación lírica programada durante las fechas. El esplendor y éxito del carnaval se hundió más tarde con la decadencia de la ciudad. Con su pérdida de poder se perdió también la vida intensa y exagerada de sus ciudadanos y, hasta hace tan sólo veinte años, no se pudo recuperar la rica tradición carnavalesca de la vieja Serenissima.

"Frittole veneziane"
(Italia)


Ingredientes:
25 g de levadura de cerveza
200 g de leche
300 g de harina
3 yemas de huevos
1 huevo entero
50 g de azúcar
250 g de mantequilla
50 g de piñones
150 g de uva sultana
2 cucharada de "grappa" (u orujo)
aceite para freír
azúcar en polvo

Disolver la levadura en un poco de leche tibia junto a dos cucharadas de harina, mezclar bien y dejar fermentar en un lugar tibio.
En un bol poner la harina y la leche restante, el huevo entero más las 3 yemas, la mantequilla fundida y tibia, una pizca de sal y remover bien la mezcla. A continuación, añadir los fermentos preparados, que habrán doblado de volumen, y trabajar todos los ingredientes un ratito. Unir los piñones, la uva sultana, la "grappa" (u orujo) e integrarlos bien en la masa.
Dejar reposar el preparado en un lugar tibio y cubierto con un paño, durante una hora.
Pasado el tiempo indicado, calentar abundante aceite en una sartén, coger la pasta con una cuchara y con otra cuchara ayudaros a despegar la masa haciéndola caer en el aceite, con cuidado. Freír los buñuelos pocos a la vez y sacarlos cuando se presenten de un bonito color dorado. Una vez acabada la tarea de freírlos todos, disponerlos en un plato de servir formando una pirámide, espolvorear con azúcar en polvo y llevar a la mesa.

domingo, 3 de febrero de 2008

Carros alegóricos de Carnaval

Durante las bacanales se cantaba el Ditirambo a Baco que iba disfrazado de sátiro. Frente a él aparecía el sacerdote del dios conduciendo un barco sobre ruedas al que llamaban "carrus navalis" (carro marino o naval), y que los romanos pronunciaban "car navalis", muchos piensan que de ahí viene la palabra carnaval.
La tradición de los carros alegóricos se ha mantenido en los carnavales de muchos países.
En Italia son famosos los carros carnavalescos de Viareggio, que desfilan con sus fantasmas, diablos, campesinos, representantes de la vegetación y del mundo animal, haciendo las delicias de grandes y pequeños.
En Sitges y Villanueva y la Geltrú, en España, también tienen protagonismo los carros alegóricos durante estas fiestas, acompañados de ruidosa música, mucha alegría y abundantes libaciones.
En ocasiones podemos ver encima de los carros la expresión misma del guiño a la lascividad, al sexo desenfrenado y a la "carne pecadora", que provoca la fertilidad y la procreación, característica de estos festivales. En el más famoso e inmenso carnaval de Rio de Janeiro, en Brasil, centrado en la exibición de fastuosos carros repletos de los cuerpos excitados por las frenéticas danzas, esto se nota a lo grande. La rotura de todas las reglas, el sexo para ganar la batalla a la muerte, los ritmos agotadores, hacen la función de una catarsis general, una purificación y vaciado de todo el mal destructivo que se haya podido acumular durante el año.
El Carnaval de Viareggio, famoso en toda Italia, tal como es ahora, nació en el mes de febrero del 1873 en el "Casinó", cuando unos jóvenes acomodados de la ciudad, tuvieron la idea de organizar un "domingo de carnaval" diferente, un espectacular evento a donde desfilarían carros arrastrados por bueyes cubiertos de flores.
En New Orleans el Carnaval empieza el 6 de enero, para concluir el "Mardi Gras", día que precede el miércoles de ceniza. También en esta capital de Louisiana (Estados Unidos) hay desfile de carros alegóricos acompañados de música organizados por los grupos llamados "krewe", que dedican muchos meses en preparar el espectáculo.
En honor al rey de Savoia Carlo Felice, en el año 1830, fue organizado un desfile de 30 carros, y en el 1873 "Su Majestà Re Carnaval I" entró en la ciudad de Niza en pompa magna.
En la región del Reno, en Alemania, se celebra el “Karneval” y el “Fasching” en la Alemania del sur. Famosos son los desfiles de Magonza, Colonia e Rottweil, y de muchas ciudades del sur. El "jueves graso", empieza en Renania los “tollen tage” (dias locos) del Carnaval con el “Weiberfastnacht” (la noche de las mujeres). Las fiestas teminan el Miércoles de Ceniza el “Aschermittwoch”. Todas estas tradiciones también tienen origen en los antiguos ritos que se practicaban para echar el crudo invierno.
El Papa Clemente VII y Carlos V, en el año 1.525, y más tarde Felipe V en el año 1.716, alarmados por la violencia y el desenfreno exagerado de algunos hombres durante las fiestas, prohibieron la celebración del carnaval. Sin embargo en Roma, los burgueses mientras tanto llevaron las celebraciones a puertas cerradas. En sus lujosísimos salones, bailaban hasta tarde escondidos detrás de las enigmáticas máscaras y espectaculares disfraces. Las clases populares, sin embargo continuaron festejándolo en las calles.
Los Carnavales más famosos del mundo como Venecia y Río de Janeiro, Canarias, Viareggio, New Orleans, poco a poco fueron transformándose en importantes espectáculos turísticos, dejando atrás la fundamental idea de purificación espiritual y promoción de la fertilidad que sostenían estos festivales de invierno paganos, que están al origen de las celebraciones de los actuales carnavales.

"Pets-de-nonne"
(Francia)

Ingredientes :
300 g harina
125 g azúcar en polvo
50 g azúcar
20 cl agua
10 cl agua de flor de naranja
4 huevos
125 g mantequilla
1 pizca de sal

Poner en una cazuela al fuego la mantequilla, el agua, el azúcar y una pizca de sal. Llevar a ebullición, disover bien todos los ingredientes y sacar del fuego.
Tirar de un golpe la harina y remover bien para deshacer todos los grumos. Poner otra vez al fuego suave y, siempre mezclando costantemente, incorporar los huevos de uno en uno, mezclando bien después de cada adicción.
Añadir un poquito de agua de flor de naranja y sacar del fuego.
Calentar abundante aceite en una sartén y tirar la masa preparada cogiéndola con una cucharadita; los buñuelos se darán la vuelta solos cuando estarán cocidos e inflados. Sacarlos entonces del aceite y ponerlos sobre un papel de cocina a escurrir.
Espolvorear con azúcar en polvo y servir fríos.

Los "pet de nonne" (pedos de monjas) son los buñuelos de carnaval más populares de Francia. Se pueden encontrar durante estas fiestas en las pastelerías y panaderías, pero es costumbre prepararlos en las cocinas familares.

sábado, 2 de febrero de 2008

Las máscaras de la Comedia del Arte: la burla de los siervos

En el siglo XVI florece un femómeno teatral en Italia que prospera en el siglo siguiente: la "Commedia dell'arte", que empezó a ridiculizar a los poderosos.
En la República Veneciana fueron innumerables las representaciones teatrales de obras que tenían como tema principal el contraste entre el siervo grosero, llamado Zanni y el viejo y tontorrón amo llamado Magnifico.
Estas figuras van variando con el tiempo hasta cambiar sustancialmente en la figura de Arlecchino, que se trasforma en un simpático y ocurrente personaje.
Un lugar privilegiado tenían las figuras de los "viejos", que se habían originado en el "senex" de la comedia latina. En este caso los "viejos" eran generalmente dos, conocidos sobre todo con los nombres de Pantalone y Dottore, Dottor Graziano o Dottor Balanzone.
Otra máscara fundamental era la del Capitán, fanfarrón, presumido y cobarde, llamado Capitán Spaventa, Capitán Rodomonte, Capitán Matamoros, Capitán Spezzaferro, Capitán Terremoto, Capitán Spaccamonte etc., que era la caricatura del soldado español que avasallaba en Italia en los tiempos en que la Comedia del Arte floreció.
No podemos dejar de nombrar las pícaras criadas llamadas "fantesche" como Colombina, que debían vigilar el honor de insulsas señoritas en la escena.
Las máscaras tradicionales han sobrevivido hasta hoy en día representando las diferentes ciudades italianas, con su peculiar manera de hablar el italiano o los típicos dialectos, no sólo en los teatros sino también el las alegres fiestas del carnaval, caricaturizando los vicios y las virtudes humanas.
Muy conocido Pulcinella: máscara típicamente napolitana vestida de blanco que decía haber nacido de una gallina, como dice su nombre que quiere decir "Pollito". Arlecchino: personaje de comedia, siervo gamberro que arma líos de "todos los colores", como simboliza su peculiar traje. Balanzone: doctor boloñés, charlatán y embustero. Pantalone: viejo mercante veneciano, avaro y cascarrabias. Brighella: joven de Bergamo, pendenciero y canalla. Colombina: sierva alegre, mentirosa y lista.
Todas estas caricaturas humanas son muy conocidas y amadas en Italia y alegran los carnavales con sus descaros.

"Tortelli" de carnaval
(Lombardia, Italia)


Ingredientes:

200 ml leche
120 g mantequilla
200 ml agua
una pizca de sal
75 g azúcar
1 sobre de vainilla en polvo
2 g bicarbonato
1 trocito de piel de limón
275 g harina
8 huevos
2 yemas
50 g de uva pasa (opcional)
azúcar en polvo para espolvorear
aceite para freír
gelatina de albaricoque

Verter los primeros 8 ingredientes en una cazuela, mezclarlos bien y llevar a ebullición. Dejar cocer a fuego moderado un rato. Sacar del fuego, quitar la piel de limón, añadir la harina y mezclar bien. En la mezla se puede añadir uva pasa, previamente remojada en un poco de licor dulce y bien escurrida.
Volver a poner al fuego el preparado y removerlo continuamente hasta que se forme un compuesto uniforme que se despegue con facilidad de las paredes de la cazuela.
Sacar del fuego y dejar enfriar. A continuación unir los huevos y las yemas, incorporándolos bien de uno en uno con cuidado. Cubrir la pasta con una película transparente y dejar reposar una hora.
Calentar en una olla un litro de aceite de semillas y echar la pasta cogiéndola con una cucharilla. Los buñuelos se hincharan al cocer y se darán la vuelta solos. Freir pocos a la vez y, cuando estén hichados y dorados, retitarlos y ponerlos a escurrir sobre papel de cocina absorbente. Se sirven calientes, espolvoreados con azúcar en polvo o acompañados de gelatina de albaricoques, previamente calentada.

viernes, 1 de febrero de 2008

Las máscaras de carnaval y los disfraces para exorcizar y befar

Antiguamente una de las funciones de las máscaras era simbolizar las fuerzas de la vegetación, del mundo animal, de los muertos, y se utilizaban en varios rituales religiosos. El culto de máscaras rituales, de los ornamentos simbólicos, de los tatuajes, no es folclore, sino que representa el arcano eco de civilizaciones desaparecidas, expresan el eterno triunfo de la vida y exorcizan el ancestral miedo a la muerte. Su nombre "máscara" parece que derive de una palabra latina "mascus" que quiere decir "fantasma". Las primitivas máscaras del teatro griego, y después el romano, se utilizaban en cambio para caracterizar el personaje representado en escena.
Al final del la Edad Media, el disfraz y las máscaras empiezan a tener mucha difusión en los carnavales urbanos y se utilizan prevalentemente para befar las figuras jerárquicas.
Muchas máscaras carnavalescas representan a espantosos seres del mundo infernal, a los muertos y fantasmas, que vienen para exorcizar a la muerte. Los "mamuthones nuoreses", que van vestidos con pieles y cargados de cencerros, son máscaras trágicas que se relacionan con los rituales agrícolas y su obligación es practicar danzas propiciatorias para una buena cosecha. El "Re Carnevale" de Boloña, el "Re Nasone" a Nápoles, son unos personajes gordos que representan a la comida grasa y abundante de estos excepcionales días. "Donna Quaresima" es, en cambio, una máscara alta y huesuda vestida de negro, que representa la comida magra y escasa de la próxima época de penitencia.
Como podemos apreciar, las máscaras tienen varios significados, y en los actuales carnavales los encontramos practicamente todos.

Buñuelos de manzana a la veneciana
(Italia)


ingredientes:
100 g de harina de trigo
25 g de azúcar
manzanas
1 huevo
1 vasito de aguardiente
aceite de oliva
un vaso de leche
una pizca de sal

Pelar y cortar las manzanas en círculos.
Preparar una pasta fluída con el huevo, la harina, el aguandienta, el azúcar y una pizca de sal.
Introducir las manzanas en el preparado.
Poner una sartén al fuego y calentar abundante aceite.
Coger las manzanas con una cuchara, junto con la pasta, y freirlas pocas a la vez. Sacarlas bien doradas, escurrirlas encima de un papel de cocina, rociarlas de azúcar y servir.
Se comen calientes.

El espíritu de la cosecha

El medioevo dio origen a la fiesta del "Asno de los Locos" o del Siervo, en la que los hombres vestidos con pieles recorrían los campos y penetraban en las casas.
La costumbre de disfrazarse de cabrío, carnero y de oso es muy antigua en Dinamarca, Suecia e Islas Británicas.
En Inglaterra, después de los doce días de fiestas navideñas, venía el Lunes de Laboreo. Un grupo de hombres actuaban en los campos como bueyes, uno se disfrazaba de cabra, llamada Bessy, e iba danzando y saltando por los campos, práctica que tenía como finalidad hacer crecer el grano alto como sus saltos.
En Bulgaria, en cambio, el personaje principal de las fiestas carnavalescas es la Anciana o Madre, y la Kuker y Kukerica escandalosas y lascivas, que la acompañan y que representan los pecados mortales. Estos extraños personajes llevan máscaras fantásticas, de cabeza humana con cuernos de animales o cabeza de pájaro, van cubiertas de pieles y llevan una joroba. El festival se celebra el lunes de la última semana de carnaval.
En la Europa occidental es frecuente un ritual de fertilidad que se ejecuta en carnaval en las aldeas, y que consiste en dar vueltas alrededor de la casa y bendecirla en presencia de una anciana. Gente enmascarada irrumpe en la aldea amenazando la prosperidad de los campos y de la gente.
En Alemania la "Madre de la cosecha", o "Madre del grano" —que tanto se parece a "Deméter" de Creta, "Madre de la cebada"— corre por los campos en primavera y se sienta satisfecha entre sus hijas, las espigas doradas.
En Bretaña los segadores hacen salir de los campos a la vieja "Madre del grano" a palos. Maltratada se marcha por este año y una rejuvenecida volverá el año siguiente.
El origen de esta tradición se puede encontrar en el mito de Deméter —diosa Madre del grano— con rostro negro y con sus ayudantes Plutón y Perséfone, que bajo el aspecto de una vieja aporta la bendición a la casa de Celeo, el rey de Eleusis, y restaura la fertilidad perdida.
Todos estos festivales agrícolas tenían como objeto apaciguar a los antiguos dioses del cereal y, en general, asegurar la prosperidad de los campos.

Panqueques con naranja y ron
(Inglaterra, martes de carnaval)


Ingredientes:
225 g de harina de trigo
175 de azúcar moreno
75 g de mantequilla
2 huevos
2 tazas de leche
1/2 taza de zumo de naranja
una pizca de sal
2 cuharaditas de levadura en polvo
12 rodajas de naranjas
100 g de mantequilla
una cucharada de ron
nata montada
azúcar en polvo

Fundir 100 g de mantequilla el azúcar y el ron, poner a enfriar en la nevera.
En un cuenco batir los huevos, añadir el zumo de naranja, la leche, 75 g de mantequilla fundida y una pizca de sal, unir la harina tamizada con la levadura en polvo y revolver hasta que la mezcla esté cremosa. Dejar reposar el preparado durante 20 minutos cubierto con plástico transparente.
Calentar una sartén y untarla con mantequilla o aceite. Poner un cuarto de taza (un cucharón) de la mezcla preparada en la sartén y extenderla poco a poco hasta obtener un panqueque de 10 cm de diámetro. Cocinar un minuto, darle la vuelta y continuar cocinando 10/12 segundo más. Preparar de la misma manera los demás panqueques y ponerlos en un plato caliente. Antes de servir, poner un poco de la mantequilla batida con ron y azúcar en medio a los panqueques y doblarlos por la mitad. Pasarlos al horno caliente unos minutos.
Antes de servir poner las rodajas de naranjas encima de los panqueques, espolvorear con azúcar en polvo y acompañar con nata montada.