domingo, 1 de junio de 2008

Cocina rápida: Las ensaladas al vértice de las preparaciones en tiempo record

Para tener siempre en casa la oportunidad de prepararnos óptimos y refrescantes platos de ensaladas, nutritivas y a menudo plato único, debemos comprar varias hortalizas frescas: lechugas, canónigos, rúcula, hojas tiernas de espinacas, col, calabacines tiernos, zanahorias, cebolletas tiernas, pepinos, pimientos, apio, tomates, etc.. Es aconsejable tener a mano frutos secos como nueces, almendras, cacahuetes. Semillas de sésamo tostadas y latitas de atún, carnes o salmón. Algún tipo de embutido y quesos. Huevos, mejor si ya cocidos. Yerbas —frescas o secas— para aderezar como albahaca, orégano, hierbas de Provenza, menta, y especias dulce y picante si gustan. Frutas como limones o limas, aguacates, manzanas, piña y más fruta de temporada. Y, para acabar, un buen aceite de oliva, sal, el tipo de vinagre que más guste, mayonesa, salsa de soja.
También es bueno tener a mano algún bote de legumbres cocidas, paquetes de pasta seca —que se puede cocinar en pocos minutos— como lacitos, macarrones pequeños, caracolitos, hélices, unas patatitas o arroz.
No debemos utilizar todos estos ingredientes a la vez; la comida enlatada o en bote de cristal, podemos conservarla bastante tiempo, y son un óptimo recurso de última hora. Así mismo es recomendable que las verduras, frutas y hortalizas se compren frescas en función del plato que se quiere preparar.
Ya tenemos todos los elementos principales en la cocina para ponernos manos a la obra y experimentar lo agradable que puede ser crear sabrosas ensaladas en poco tiempo: gustosas, digestivas, beneficiosas para la salud y la línea.

Ensalada sprint
(15-40 minutos)

Ingredientes para 4 personas:

Una confección de ensaladita mixta ya lavada y mezclada
pimientos asados en conserva
olivas verdes sin hueso
vinagre balsámico
aceite de oliva
sal y orégano

Disponer en un plato de servir la ensalada fresca ya preparada, acomodar encima tiras de pimientos asados, esparcir encima las olivas sin hueso. Preparar una vinagreta con 4 cucharadas de aceite de oliva, una pizca de sal, una de orégano, una cucharada de vinagre balsámico. Emulsionar bien y llevar en una salsera a parte para que cada comensal se aliñe la ensalada a su gusto.
Esta ensalada se puede enriquecer aún más con atún en lata, gambas cocidas, o anchoas, tiras de embutidos, taquitos de quesos. Le quedan bien huevos duros cortado en rodajas (uno por cabeza) y brotes tiernos de soja o alfalfa. Todos estos elementos pueden utilizarse solos o combinados entre ellos. Es bueno que cada uno se haga la creación como mejor le apetezca y según lo que tenga a su disposición, obviamente intentando obtener armonía en el gusto.

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